No Tatum, no problem. La ausencia de su mejor jugador no fue un inconveniente para los Celtics en la visita al TD Garden de los Washington Wizards, a quienes se impusieron en un duelo menos parejo de lo que el 130-121 que lució el marcador final puede hacer imaginar. Los de Mazzula continúan por tanto como líderes de la NBA, y siguen transmitiendo grandes sensaciones incluso cuando no pueden contar con todas sus armas.
Con Jayson al margen debido a una torcedura de tobillo, el otro Jay no tuvo problema en tomar las riendas del equipo. Con 36 puntos, Jaylen Brown se puso el traje de superestrella y firmó su mejor anotación de la temporada, dejando claro una vez más que está sobradamente preparado para dar un paso extra hacia adelante cuando sea necesario. En esta ocasión, Brown fue especialmente efectivo atacando el aro, pues aunque estuvo algo errático desde la media y larga distancia, su explosividad a la hora de buscar la pintura le permitió sumar con frecuencia y acabar con un 76,9% de eficacia en sus intentos en la zona.
«Me divierte jugar a baloncesto» afirmó. «A lo largo de la temporada siempre hay ausencias y jugadores que se reincorporan, así funciona esto. Lo importante es que podamos mantener el nivel de juego cuando algunas figuras importantes no puedan estar. Lo de hoy ha sido divertido, porque nos obliga a todos a dar un paso más y no quedarnos en nuestro rol de siempre».
El alero comandó así un ataque que volvió a ser una auténtica apisonadora gracias a su excelente funcionamiento colectivo, a sus infinitos recursos y a su brillantez en el tiro exterior. Boston firmó un excelente 16/34 en triples (47,6%) y contó con otros seis hombres además de Jaylen en dobles dígitos, ninguno cerca de sus guarismos pero todos complementándose a la perfección. Malcolm Brogdon, con 17 tantos, fue el segundo en materia anotadora y Derrick White le siguió de cerca con 16, mientras que tanto Marcus Smart como Sam Hauser y Al Horford sumaron 14 cada uno.
Los Celtics dominaron así un choque en el que llegaron a ir ganando por hasta 26 puntos al final del tercer cuarto (110-84) y en el que solo la relajación propia de dicho marcador permitió a los Wizards maquillar el resultado. Bradley Beal, con 30 tantos, trató de mantener con vida a los capitalinos, pero sus esfuerzos fueron estériles ante una tormenta de baloncesto que ha llegado a esta temporada con intención de conseguir aquello de lo que se quedaron tan cerca en las pasadas Finales. Y de momento, parecen ir por buen camino.
(Fotografía de portada: Maddie Meyer/Getty Images)