Aunque los Lakers no cuenten con un equipo competitivo esta temporada, la rivalidad contra los Clippers, que siempre han sido «el equipo feo de la ciudad», convierte a los partidos entre estos dos equipos en interesantes. Pues el partido de este miércoles en el Staples Center ha sido una excepción. Los Clippers dominaron de principio a fin y consiguieron vencer 114-89. Es necesario recalcar que al término del tercer cuarto, Chris Paul y compañía tenían una ventaja de 40 puntos.
Blake Griffin, con 27 puntos, 9 rebotes y 8 asistencias fue el líder de su equipo, aunque Chris Paul también rayó a gran nivel y consiguió 24 puntos y 11 asistencias. Kobe Bryant, único jugador capaz de convertir a estos Lakers en un equipo capaz de competir, acabó con 4 puntos y 2-12 en tiros, además de sumar 6 pérdidas. Nadie en el equipo de Byron Scott fue capaz de cargar con la responsabilidad anotadora hasta que en el último cuarto los Lakers maquillaron el resultado relativamente con un parcial de 26-15.
«Tengo mucho respeto por el otro equipo», dijo Byron Scott en referencia a los Clippers. «Pienso que son un muy buen equipo, pero no creo que sean excesivamente físicos, y aun así, han salido, nos han dominado y fuimos blandos. Punto», finalizó crítico el entrenador.
Además de Paul y Griffin, jugadores con roles secundarios como Matt Barnes y DeAndre Jordan complieron con su labor, el primero anotando 19 puntos con 5-10 en triples y el segundo dominando los tableros con 13 rebotes. Esta variedad de recursos es lo que le falta a unos Lakers que tendrán que cambiar mucho si quieren volver a hacer estos duelos de Los Angeles un partido igualado de nuevo.