Los Clippers se imponen a Houston con un game-winner de Leonard

Se presentaba como el gran atractivo de esta jornada y no defraudó. Los Clippers se impusieron (122-119) a los Rockets en un partido de cocción lenta que se fue caldeando con el paso de los minutos hasta eclosionar en un último cuarto memorable.

Las expectativas y los encantos previos eran muchos. El reencuentro de Paul George y Russell Westbrook, esta vez como rivales. Las declaraciones de hace una semana del propio Westbrook burlándose de Beverley. O, principalmente, ver la estrategia a seguir por Mike D’Antoni y Doc Rivers para atacar las defensas rivales y minimizar los costos en las propias, a través de dos de las mejores parejas de toda la NBA.

Curiosamente, no sería ninguno de ellos el que exigiera una dosis destacable de protagonismo en los primeros minutos. Si bien fue Kawhi Leonard –24 puntos y 6 rebotes– el que abrió la lata, el juego interior elevó su voz y en él se movieron las primeras piezas de la partida de ajedrez. Clint Capela, desde el rebote –19 en total– , e Ivica Zubac, aglomerando una gran carga de balón, ya sea para finalizar o abrir hacia el exterior, comandaron el primer intercambio de la batalla.

Poco a poco, los grandes nombres de la noche empezaron a dejar su impronta. Primero Paul George –19 puntos– con un triple y, poco después, James Harden –37 puntos y 12 asistencias– con varias penetraciones que sirvieron para estrenar su cuenta personal y permitir los primeros triples de McLemore y Sefolosha. La poderosa segunda unidad angelina tomó el testigo del dúo estelar y Harrell y McGruder regalaron las primeras ventajas a su equipo.

Russell Westbrook no conseguía entrar en juego y las dobles marcas no permitían a Harden mostrar su ritmo de producción habitual, asfixiando la circulación de balón de los de D’Antoni y minimizando el acierto exterior. Así, tres pérdidas consecutivas de los Rockets fueron coronadas con un triple de Paul George que abría una brecha de 14 puntos y la amenaza de romper el partido.

El paso por los vestuarios, no obstante, le vendría a las mil maravillas a los Rockets. Poco a poco encontraron la forma de aplicar su juego, redujeron el número de pérdidas, apretaron en defensa y, de forma paulatina, los triples comenzaron a entrar. Así, un parcial de 16-3 dio la vuelta por completo la situación y era ahora los de Houston quienes dominaban en el marcador.

Pero los Clippers disponen de mil y un recursos y, entre todos ellos, un microondas para este tipo de momentos. Lou Williams –26 puntos– hizo acto de presencia con catorce puntos en ocho minutos con los que insufló vida a los locales antes del inicio del último cuarto. Un último cuarto en el que volvió a cumplir el papel de revulsivo. Los Clippers perdían de seis puntos a falta de un minuto y medio. Dos triples suyos –y otro intercalado de Paul George– daban la vuelta al marcador. James Harden reclamaría el triunfo con dos tiros libres que ponían de nuevo a los Rockets por delante. En este punto, fue Kawhi Leonard el que haría de verdugo con un ‘game-winner’ a quince segundos para el final. Los Rockets se habían quedado sin más vidas. Sin energía. Westbrook erraría un triple a cuatro segundos para el final y en la última posesión Harden no podría siquiera lanzar ante el asalto de tres defensores.

Empate técnico en el Oeste

Este triunfo supone el décimo de la temporada en el Staples Center para los Clippers quienes se aferran a la cuarta posición del Oeste y empatan el balance (11-5) de los Rockets. Los de Texas suman su segunda derrota consecutiva tras la sufrida el pasado jueves ante Denver y mañana se medirán a unos emergentes Mavericks que ya son quintos de conferencia.

(Fotografía por Sean M. Haffey/Getty Images)


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