Los Angeles Clippers han revertido su mal inicio de temporada para vencer en cinco de los seis últimos partidos que han disputado, aunque lo cierto es que lo han hecho sin llegar a imponer esa superioridad que se les presupone.
En el último ante Minnesota Timberwolves, tuvieron que esperar hasta el minuto final, en el que entraron perdiendo de tres puntos, para dar la vuelta a un choque que acabaron decidiendo por su mayor acierto en los tiros libres. Una trabajada victoria pese al regreso de Chris Paul y enfrentarse a un equipo que sólo llevaba dos victorias en su cancha.
Tampoco tuvieron una noche sencilla en el encuentro que les enfrentó anteriormente a Orlando Magic, conjunto al que derrotaron por únicamente dos puntos (101-103).
De las 12 victorias que acumulan hasta el momento, ocho se han decidido por una ventaja menor de 10 puntos, de las cuales seis han sido por cinco o menos puntos; es decir, a estas alturas ya llevan más de la mitad de las totales del pasado curso, cuando decantaron un total de 10 partidos a su favor por esa diferencia.
Descenso de prestaciones
Entendiendo que aún queda mucha temporada por delante, lo cierto es que los californianos viven lejos de los números que acabaron firmando el pasado curso. En ataque, donde finalizaron como el segundo mejor equipo al alcanzar los 106,7 puntos por partido, han descendido hasta colocarse los séptimos con 103,1. Parecida bajada estadística se ha vivido al otro lado de la cancha, donde han pasado de recibir 100,1 puntos por partido a 102.
Paul, determinante
Una de las razones que se podrían esgrimirse para justificar el errático comienzo de los angelinos son las ausencias de Chris Paul, que tras completar los 82 partidos de la campaña 2014-15, se ha perdido ya cinco de los 21 que acumulan los Clippers en la presente. Sin su participación han llegado dos victorias y tres derrotas. Además,