Ayer la NBA anunció que, por primera vez esta temporada, pospondría los próximos dos partidos de los Chicago Bulls. La liga se enfrenta actualmente a la preocupación creciente por las bajas derivadas del COVID-19. Ya sea por positivos o por contacto directo con alguno de ellos, las ausencias por protocolo sanitario se han disparado hasta las 31 en las dos últimas semanas. Como resultado, la ESPN ha preguntado a una serie de ejecutivos y personal médico por sus predicciones a este respecto. El resultado es claro, todos creen que los casos seguirán ascendiendo tras el periodo navideño.
La detección de los actuales brotes se debe a una masificación de las pruebas desde Acción de Gracias, fecha que los jugadores suelen aprovechar para reunirse con sus familias o acudir a actos benéficos multitudinarios. Aún así, ninguno de los encuestados esperaba la suspensión de partidos a estas alturas. Pero sí estaban avisados de un aumento de casos. «Nos contaron hace semanas que el número de afectados iba a incrementar, no solo en la NBA, sino en general. Esperado pero preocupante» resuelve el general manager de alguno de los equipos del Este.
No obstante, concluyen que, una vez vivida la situación del año pasado, la actual es mucho más manejable. En la 2020-21 hasta 31 partidos fueron suspendidos por ausencias relacionadas con el COID-19. Aunque la preocupación sigue ahí, esta temporada los miembros de las franquicias aceptan las consecuencias. «Es algo con lo que tenemos que convivir. Muchos de nosotros lo consideramos [ser afectados por varios casos] una cuestión de cuándo, no de si nos va a ocurrir» declara un ejecutivo de la Conferencia Oeste. «De momento la urgencia no es la misma que el curso pasado, pero la NBA nos ha dicho que esto puede cambiar en una o dos semanas».
Más alterados parecen los cuerpos médicos, que afirman estar contrariados por la cantidad de casos reportados en personas vacunadas. «Nuestro quebradero de cabeza son los jugadores vacunados con una dosis de Johnson & Johnson o los que no han recibido una dosis de refuerzo. Hay cierta preocupación porque la eficacia de las vacunas se vea reducida». La mayoría de nuevos casos reportados son asintomáticos, pero Joel Embiid ha sufrido serias complicaciones que le llevaron a pensar en que no iba a sobrevivir.
De momento, no está claro si la liga va a recuperar parte de las medidas de restricción del año pasado. «Sería muy difícil convencer a los jugadores dado el alto porcentaje de vacunación —97%— dentro de la liga» decía otro directivo.
(Fotografía de portada de Christian Petersen/Getty Images)