Los Grizzlies se hicieron con su sexta victoria del curso tras imponerse a los Timberwolves por 125-118. Los de Memphis necesitaron de una prórroga para poder sellar el triunfo, pues, cuando parecía que tenían el partido en su mano, Karl-Anthony Towns se sacó de la manga un triple imposible sobre la bocina que puso el empate en el electrónico y obligó a jugar cinco minutos más. No obstante, ni siquiera el golpe anímico hundió a los de Jenkins, que lograron rehacerse y acabar sumando un nuevo triunfo.
Los de Tennesse, que se habían visto 16 puntos abajo en el último cuarto (86-102), habían tirado de épica para remontar un encuentro que tenían muy cuesta arriba. Comandados como de costumbre por Ja Morant y con el apoyo Jaren Jackson Jr., que jugó un encuentro discreto pero que logró 9 de sus 14 puntos en el cuarto periodo, los Grizzlies firmaron un parcial de 25-8 que dio por completo la vuelta al duelo, lo que les colocó con una ventaja de tres puntos a falta de tan solo 1,1 segundos.
Fue entonces cuando Towns obró el milagro. Naz Reid no encontró un pase claro en el saque de banda, y tuvo que lanzar el balón al pívot, que, en su intento de ganar algo de espacio a los defensores, se había visto obligado a moverse casi hasta el centro del campo. Fue allí donde recibió el esférico, y sin tiempo para nada más que para lanzar, buscó el aro y logró anotar una de las canastas decisivas más complicadas de la historia.
Los Wolves estallaron en júbilo y el FedEx Forum se heló durante unos segundos, pero la reacción de los Grizzlies fue ejemplar. Lejos de venirse abajo ante semejante mazazo, los locales dieron continuidad al baloncesto que les había hecho remontar el encuentro en los últimos minutos, y con parcial de 12-5 se llevaron la prórroga sin demasiadas dificultades y sin dar opción de Minnesota de forzar otro milagro. Los de Finch sufrieron así su sexta derrota del curso, una particularmente dolorosa por cómo dejaron escapar el triunfo en el último cuarto y por cómo fueron incapaces de aprovechar una canasta que esas que llegan una de cada mil veces.
Y es que el choque volvió a evidenciar que los hombres de rotación de la plantilla necesitan aportar más. Las tres estrellas del equipo volvieron a destacar y a superar los 25 puntos cada uno, pues D’Angelo Russell terminó con 30, Anthony Edwards con 27 y Towns con 25, pero el resto del equipo se quedó bastante corto. Fue especialmente escasa la aportación de los suplentes, que sumaron solo 16 tantos por 43 del banquillo de los Grizzlies.
Estos supieron rodear mucho mejor a Morant, que contó con hasta cinco compañeros en dobles dígitos en anotación. Entre ellos destacaron Brandon Clarke con 20 puntos o De’Anthony Melton con 19, aunque otros hombres como el ya mencionado Jackson o Desmond Bane y Kyle Anderson, autores de 13 y 12 tantos respectivamente, también sumaron en momentos clave.
(Fotografía de portada: Justin Ford/Getty Images)