Los Atlanta Hawks remontaron hasta 23 puntos en su visita al Madison Square Garden para imponerse a los New York Knicks de Tom Thibodeau por 112 a 99.
Dejounte Murray fue clave para los visitantes con la mejor anotación de su carrera NBA (36 puntos). Asimismo, el canadiense aportó 9 asistencias, 4 rebotes, 5 robos de balón y un tapón mediante un 14 de 27 en el lanzamiento.
«Soy un jugador muy seguro de sí mismo. Y lo digo de una forma muy humilde. Trabajo muy duro en mi juego», destacó Dejounte Murray al medio ESPN.
Los Hawks, que perdían por 28-51 a mediados del segundo periodo, volvieron a meterse en el encuentro gracias a un parcial favorable de 29-12 que les dejó seis puntos abajo llegados al descanso.
Tras el paso por vestuarios, y pese a que su estrella Trae Young tuvo que retirarse tras recibir un golpe en el ojo de Randle, fueron capaces de darle la vuelta gracias al 32-10 que se marcaron en el tercer periodo.
«DJ (Murray) ha estado increíble esta noche», señaló Nate McMillan. «Sabía que tenía que dar un paso hacia delante con la salida de Young. Encontró el ritmo y básicamente le dejamos manejarlo en el tercer y cuarto», explicó.
El citado Young, que volvió al terreno de juego con unas gafas protectoras, obtuvo 17 puntos, 6 rebotes y 7 pases de canasta, aunque con un 7 de 22 en tiros de campo. «Me siento bien, pero no veía por un ojo. Cuando volví a la pista no quería lanzar en absoluto», reconoció.
Otros destacados de los visitantes fueron De’Andre Hunter con 21 tantos; seguido por John Collins con un doble-doble en su haber: 12 puntos y 13 rebotes.
En los Knicks, que desde el año pasado está siendo una costumbre que les remonten tras el descanso, Jalen Brunson comandó su ofensiva con 20 puntos; secundado por R.J. Barrett con 19 tantos, y Julius Randle con 14.
«Tuvimos un gran arranque. Estando 23 arriba, obviamente esperas ganar el partido. Así que ha sido muy duro. Decepcionante, pero tenemos que seguir hacia delante», concluyó Randle.
(Fotografía de portada: Todd Kirkland/Getty Images)