La NBA nunca vio una exhibición de tiro como la de los Cavaliers en el segundo partido ante Atlanta. El equipo entrenado por Tyronn Lue batió todos los récords de eficacia desde fuera del arco, firmando el mejor partido de Cleveland de la temporada. Sus 25 triples (18 en la primera mitad) suponen el máximo en un partido de la historia de la NBA, y sentenciaron un duelo resuelto por un aplastante 123-98 frente a unos Hawks que vieron rota demasiado pronto su habitual solidez defensiva.
Tormenta súbita
Los primeros minutos de partido ya hicieron presagiar lo que se venía. Cuatro de los cinco titulares de los Cavs (Tristan Thompson estaba por otras cosas) ya habían anotado al menos un triple por cabeza en 8 minutos. Los Hawks intentaron compensar los golpes desde la pintura, esperando que la tormenta de triples amainara. Fue en vano. Kyrie Irving, LeBron James y, sobretodo, J.R. Smith no perdonaban. El escolta acabó con 7 triples (4 en el primer cuarto), y fue el principal motor de una escapada de Cleveland que solo se detuvo al final del partido
De más a mucho más
La salida de la segunda unidad de Cleveland no calmó su idilio con el triple. En el segundo cuarto, su acierto fue incluso a más: 10/15. Atlanta terminó por rendirse demasiado pronto, siendo incapaces de encontrar su propio ritmo ofensivo ante la cerrada defensa de los Cavs. El partido quedó ya visto para sentencia al descanso con un mortífero 74-38. Esos 36 puntos de diferencia suponían igualar la segunda mayor paliza al final del segundo cuarto de la historia de los Playoffs, solo superada por los Pistons de Isiah Thomas ante Washington ante 1987 (76-36)
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— CBS Sports NBA (@CBSSportsNBA) May 5, 2016
El único interés en los 24 minutos finales era ver si los Cavaliers conseguían batir el récord de triples en un partido NBA. No tardaría en caer el de Playoffs, en posesión de los Warriors desde hacía solo 10 días antes con 21. Ya con el fondo de banquillo en cancha, el último cuarto fue una mera sucesión de lanzamientos lejanos para batir el absoluto de 23 triples. Finalmente, fue el último jugador en llegar al equipo, Dahntay Jones, el que certificaría la entrada de estos Cavs en el libro de historia, rubricado con un lazamiento final de Mo Williams para la mágica cifra de 25 triples anotados. La serie se desplaza ahora a Atlanta, un hogar donde los Hawks esperan poder recuperarse del 2-0 en la eliminatoria y del histórico monzón sufrido en Cleveland