Allá por el mes de noviembre, Bojan Bogdanovic dejó uno de los hihglights de la temporada en el duelo que midió a Utah frente a los Milwaukee Bucks. Con 1,3 segundos por jugarse y el partido empatado, el croata recibió de banda, armó el brazo y anotó un triple que hizo estallar al EnergySolutions Arena al tiempo que la bocina indicaba el final del partido. Anoche, en la visita de los Jazz a Houston, decidió reeditar lo sucedido.
En esta ocasión, la situación era aún más agónica, pues los de Snyder caían por 113-111 tras un triple de P.J. Tucker a falta de 1,6 segundos que parecía definitivo. No obstante, esto no puso nervioso al alero, que pese a recibir a 8 metros del aro y con Westbrook y el propio Tucker tratando de puntear el tiro anotó una de las canastas del año y colocó el definitivo 113-114 en el electrónico. De esta forma, los Jazz mantienen la cuarta plaza del Oeste con 34 victorias, una más que los propios Rockets, a quienes podrían volver a enfrentarse en playoffs este año.
Bojan convirtió así en heroica una actuación que por lo demás estaba siendo bastante olvidable. De hecho, aun con el triple ganador, el croata terminó el choque con 8 puntos, su anotación más baja de toda la temporada tras lanzar a canasta en solo 7 ocasiones, también su cifra más baja de lo que va de curso. «Demuestra mucha confianza el hecho de que el me haya elegido a mí para un tiro tan importante después del mal partido que he tenido» reconoció.
No obstante, no puede decirse que los Jazz estuviesen faltos de puntos, pues Jordan Clarkson volvió a ejercer de microondas desde el banquillo y lideró a los de Salt Lake City con 30 puntos en una serie de 12/19 en tiros de campo. También destacaron Donovan Mitchell y Mike Conley, que terminaron con 24 y 20 tantos respectivamente y repartieron 6 asistencias cada uno.
Westbrook sigue arrollando
Por el lado de Houston, la ausencia de pívots volvió a dar una enorme cantidad de espacios a Russell Westbrook para atacar la pintura que el base no desperdició. Ex de los Thunder terminó con 39 puntos en su haber, y fue la referencia ofensiva de los texanos hasta el punto de lanzar 33 veces a canasta, de las que anotó 18 (54,5%).
Sin embargo, este fue un encuentro diferente para él, pues, sabedor de que buscaría atacar la pintura constantemente, Snyder decidió emparejar a Russ con Rudy Gobert, confiando en que la altura y la envergadura del pívot resultaran intimidantes y le invitase a probar suerte desde media o larga distancia. La estrategia, no obstante, no sirvió para frenarle, y el propio Westbrook afirmó que no pensaba abandonar su forma de juego por un cambio defensivo de este estilo. «Para mí no hay diferencia. Ataco igual que ante cualquier otro defensor, solo que se da la circunstancia de que él es un poco más alto».
Por su parte, James Harden firmó un nuevo triple-doble al terminar con 28 puntos, 10 rebotes y 10 asistencias, aunque volvió a estar muy desacertado desde el triple, pues se quedó en un 2/13. Más fino en ese sentido estuvo Robert Covington, que anotó 4 de sus 10 intentos desde el perímetro para irse hasta los 14 tantos.
(Fotografía de portada: Chris Graythen/Getty Images)