Si el tema de negarse a la vacunación pudiese parecer una pataleta caprichosa, ponerlo en cifras hace tomarlo como algo serio. Aunque se intuyese, no ha sido hasta hace unas horas que la NBA ha hecho pública la retirada del salario de los jugadores no-vacunados por los partidos que se pierdan. Esto afecta sobre todo a las franquicias que se encuadran en las áreas de Nueva York y San Francisco. Es decir, Golden State Warriors, New York Knicks y Brooklyn Nets.
Ambos estados han reforzado sus estatutos legales para prohibir la entrada a cualquier evento público masivo que se celebre a puerta cerrada. Esto implicaría que cada partido que un jugador se pierda en el Madison Square Garden, el Barclays Center o el Chase Center por esta causa supondrá renunciar al salario referente al partido en sí. Curiosamente, las urbes son hogar de dos de los casos más sonados de la liga en lo que a rechazo de la vacuna se refiere. De seguir en sus trece, Kyrie Irving y Andrew Wiggins no podrían jugar ninguno de los 41 partidos que sus equipos disputarán como locales.
El base renunciaría a más de 425.000 dólares por velada y 17 millones en total. 380.000 y 15 para Wiggins. Con todas las cartas sobre la mesa, ahora los jugadores tendrán que repensar su decisión, aunque en el caso del jugador de los Warriors, parece tenerlo claro. Según datos de diferentes fuentes, el porcentaje de jugadores vacunados ronda el 90% en estos momentos. La NBA no puede obligar a la vacunación, pero sí ha instado a la Asociación de Jugadores a promoverlo entre sus miembros. Medida que han desestimado.
(Fotografía de portada de Rob Carr/Getty Images)