Tras empezar la temporada con cuatro derrotas consecutivas, parecía que se avecinaba otro año deprimente en Sacramento, pero el equipo ha empezado a ir a más. Los de Mike Brown han logrado esta madrugada una nueva victoria a costa de los Lakers, a quienes han derrotado por 114-120 para sumar su quinto triunfo en los últimos siete partidos, un buen momento de forma que les ha hecho salir del pozo de la tabla. De hecho, los californianos han conseguido escalar hasta puestos de play-in, lo cual, pese a que es obviamente muy temprano, les ayuda a empezar a creer que por fin el equipo puede funcionar.
Los Kings llegaron a verse 13 abajo en el segundo cuarto, pero recuperaron rápidamente dicha desventaja y lograron llegar con todo abierto a un último periodo en el que De’Aaron Fox se adueñó del Cryto.com Arena. El base, que fue el mejor del partido con 32 puntos y 12 asistencias, sumó 10 de sus tantos en dicho parcial, incluyendo dos canastas decisivas en el último minuto con las que los suyos tomaron la delantera en el marcador. El base controló a la perfección los compases decisivos, algo que no puede decirse de unos Lakers que no anotaron un solo punto en los últimos dos minutos.
«Ha sido decisivo en los cierres de partido» reconoció Domantas Sabonis, que le acompañó con 21 tantos y 10 rebotes. «Hemos hecho la misma jugada unas cinco veces. Mi trabajo es abrirle espacio y darle el balón para que él pueda hacer el resto».
En su primera noche sin LeBron James, los angelinos lograron tener varias ventajas en los instantes finales, pero se hundieron de forma estrepitosa en un cierre en el que firmaron un 0/6 en el lanzamiento. Ante un potencial rival directo por los puestos de play-in (si es que este es un objetivo realista para estos Lakers), los de Ham se encontraron con la opción de sumar un triunfo importante y revitalizante sin su gran figura, pero volvieron a ser presa de su falta de acierto y a dejar escapar un choque en el que tuvieron opciones hasta el final.
Anthony Davis y Russell Westbrook, con 24 y 21 puntos respectivamente, fueron los encargados de liderar al equipo con actuaciones que tuvieron luces y sombras. El pívot, que aportó además 14 rebotes, 3 tapones y 2 robos, fue importante con su presencia en la pintura, mientras que el base logró repartir 11 asistencias (5 en el cuarto periodo) con las que nutrir a sus compañeros. No obstante, Russ estuvo también algo impreciso y acumuló 5 pérdidas y un 6/17 en el tiro, mientras que Davis estuvo muy discreto en ataque en el último cuarto, en el que los máximos anotadores angelinos fueron Austin Reaves y Wenyen Gabriel con 6 tantos cada uno.
Esta falta de aportación en los compases decisivos ya ha hecho volar más de una victoria de Los Ángeles, y esta madrugada no fue diferente. Dejar buenos momentos ya no es consuelo suficiente para un equipo que es penúltimo del Oeste, aunque Ham volvió a incidir en que el cuerpo técnico sigue trabajando para encontrar qué funciona y qué no.
«Tenemos que seguir analizando qué combinaciones pueden hacer mejor al equipo» aseguró. «Tuvimos el partido en nuestras manos hasta el final, pero cometimos algunas faltas y pérdidas tontas. Al final, tenemos que intentar mantenernos siempre mentalizados y competir».
(Fotografía de portada: Kevork Djansezian/Getty Images)