Ser uno de los equipos con más aficionados en el mundo, poseer una de las historias con más renombre de la liga y no estar acostumbrado a ver cómo tu registro de victorias está por debajo del 50% son el caldo de cultivo suficiente como para entender el nerviosismo casi crónico que se ha instaurado en los Knicks.
Y si encima a todo ese cúmulo de cosas le sumamos la larga indigestión que ha supuesto la salida de Carmelo Anthony, la de Phil Jackson y todo el largo historial de disputas mediáticas entre ambos, la cosa aumenta su temperatura hasta el punto de sentir una inquebrantable fiebre.
Steve Mills ha entrado en la franquicia para poner paños calientes sobre la frente del enfermo, intentando bajar el malestar y llevar al equipo a una posición en la que ya no corra tanto peligro. No lo va a tener nada fácil, pero es consciente de que, al contrario que muchos ejecutivos, esa va a tener que ser una de sus principales funciones.
“Parte de mi trabajo es intentar ponerle calma a lo que ha sido un ambiente demasiado loco [en los últimos tiempos]. Eso es lo que estoy tratando de cambiar. Y creo que además cuento con un gran grupo de personas al lado para lograrlo”, esgrimió Mills en unas declaraciones recogidas por NBC Sports.
En la misma línea se expresó también anteriormente Jeff Hornacek, quien indicó que “todos nuestros temas de conversación giran en torno a inculcar una cultura de juego intenso, tan duro como puedas. Debemos tratar de jugar juntos como un equipo. No tenemos las superestrellas que durante otros años han guiado a nuestro equipo. Pero tenemos que hacerlo colectivamente”.
Los jugadores, también concienciados
Este lavado de cara que quieren (y necesitan) hacer los Knicks no servirá de nada si solamente se queda en los despachos. Los jugadores necesitan ser la traslación en cancha de esas intenciones, y parece que ellos también están concienciados para salir del hoyo.
“Los aficionados quieren ver esfuerzo, quieren ver tenacidad. Quieren que hagamos un trabajo duro y no quieren que retrocedamos ante nadie. La guinda al pastel sería poder ganar partidos. Es lo que queremos hacer y ese es nuestro objetivo. Queremos ganar tantos encuentros como sea posible y ver dónde nos encontramos cuando acabe esta temporada”, explicó Tim Hardaway Jr.