Los New York Knicks dominaron en su visita al pabellón de los Orlando Magic y establecieron su nuevo récord en triples convertidos e intentados para imponerse por un cómodo 121 a 96.
El conjunto de Tom Thibodeau construyó una rápida ventaja con +20 puntos al finalizar el primer periodo, y con un +31 a mitad del segundo. Además, conectaron un 50% en tiros de campo (44/88) y un destacado 24 de 44 en triples, superando el anterior registro de la franquicia con 20.
«Queríamos lanzar más triples, pero queríamos lanzarlos de la forma correcta», admitió Thibodeau al NY Post. «Así que cuando los chicos están ahí fuera, hacer una lectura correcta del juego es fundamental. La lectura del aro y la del pase extra», explicó.
Julius Randle fue el máximo exponente de los Knicks con 21 puntos, 10 rebotes y 7 asistencias; seguido por seis compañeros que también alcanzaron los dobles dígitos anotadores: Evan Fournier (18); Immanuel Quickley (16); Obi Toppin (13); Derrick Rose y Alec Burks (12).
«Honestamente, podríamos ser capaces de batir de nuevo el récord por nuestra forma de jugar y por la forma en la que movemos el balón. Thibs quiere que lancemos más triples, y puede que seamos capaces de batirlo de nuevo», explicó Quickley.
Los Knicks tienen muchos motivos para estar satisfechos. Es la primera vez que empiezan 2-0 desde la temporada regular 2012-13 cuando sumaron 54 triunfos. Incluso la pasada campaña iniciaron 0-2 antes de finalizar con un sorprendente 41-31.
Arruinaron por completo el estreno de los Magic en su feudo, que tienen arduo trabajo por delante si no quieren pelear por el último puesto de la liga. Anoche hubo mucho Knickerbocker presente en el Amway Center con constantes cánticos de ‘Let’s go Knicks’; un apoyo ferviente al sophomore Obi Toppin, y la mayor ovación se la llevó Derrick Rose cuando saltó al parqué.
«Es lo bueno de estar en los Knicks. En cada ciudad que vamos, sentimos ese apoyo. Hay un gran aprecio por nuestro equipo. Y queremos darles algo de lo que estén orgullosos. Queremos jugar de la forma más inteligente posible y hacerlo juntos. Los aficionados de Nueva York aprecian ese estilo», admitió Thibodeau.
Incluso Evan Fournier reconoció antes del choque que «odiaba» jugar contra los Knicks por el gran contingente de aficionados que arrastran en cada pabellón. El francés anotó 15 de sus 18 puntos solo en la primera mitad, incluido un 3/6 en triples.
«Esta noche no ha sido un partido en casa. Quiero decir. Dios mío, he estado en ese pabellón muchísimas veces y esta noche me he sentido como en casa. Es lo que he sentido», destacó.
En el equipo local, el novato Franz Wagner fue el máximo anotador con 16 puntos, seguido por Mo Mamba con 15 tantos y 10 rebotes; y del también novato Jalen Suggs con 14 tantos, 7 rebotes y 8 asistencias, aunque con un 4/17 intentos.
(Fotografía de portada: Sam Greenwood/Getty Images)