Los Lakers golpean primero con un espectacular Anthony Davis

Estos Lakers son una verdadera amenaza. Aunque pocos les tengan en sus quinielas para terminar colocándose el anillo, la realidad es que por físico y talento están demostrando que pueden batirse con cualquiera, incluso con unos actuales campeones a los que anoche derrotaron en San Francisco por 112-117 y, de paso, robar el factor cancha en la eliminatoria.

Fue un encuentro igualado sí, pero no por tener similar estilo. Mientras los angelinos martilleaban una y otra vez la pintura de su rival, Golden State contrarrestaba esa fortaleza a base de triples. Más claro: a poco de terminar el primer tiempo, y con solo dos puntos de ventaja para los locales, estos llevaban 12 lanzamientos de tres puntos convertidos por solo uno de los chicos de Darvin Ham.

Ese es un factor que no preocupaba a los Lakers. Estos se sentían más fuertes y dominadores a nivel atlético, sobre todo con un Anthony Davis al que pocas veces hemos visto mejor y que anoche firmó un espectacular doble-doble de 30 puntos y 23 rebotes, al que añadió cinco asistencias y cuatro tapones. Exhibición la suya. LeBron James por su parte estuvo errático en el tir exterior, pero se fue igualmente hasta los 22 puntos y 11 rebotes.

Pese a que los de oro y púrpura parecieron mejores, o al menos más estables, dar por muertos a los Warriors nunca es buena idea. Con seis minutos por jugar y 12 puntos de renta para los visitantes, Golden State empezó a enlazar buenas acciones para firmar un parcial de 13-0 que les permitió llegar a la última jugada de la noche con la opción de forzar la prórroga. Los Lakers hicieron un dos contra uno a Stephen Curry y este se vio obligado a soltar el balón. Jordan Poole tomó la responsabilidad, pero erró.

Los Warriors, ¿cansados?

Eso pareció por momentos. Ya sea por jugar siete partidos ante Sacramento o por la asfixiante defensa de los angelinos, la realidad es que a los de Steve Kerr les costó muchísimo encontrar sus espacios para lanzar, sobre todo conforme avanzaba el partido. Con Kevon Looney y Draymond Green juntos en pista, los Lakers defendían prácticamente con cinco hombres a tres de Golden State, ya que a los mencionados les dejaban completamente libres.

Stephen Curry se marchó hasta los 27 puntos tras lograr hasta 50 en el último partido contra los Kings. Klay Thompson por su parte aportó 25 y Looney capturó hasta 23 rebotes, el máximo de su carrera. También estuvo bien Jordan Poole con 21 tantos desde el banquillo, pero su partido quedó marcado por el fallo en el último tiro.

Partido con aire añejo

Así es. El de anoche fue el primer enfrentamiento de playoffs de las franquicias desde 1991, y lo cierto es que no decepcionó. No habían jugado en el escenario de la postemporada desde que los Warriors de «Run TMC», dirigidos por Tim Hardaway, Mitch Richmond y Chris Mullin, perdieron en las semifinales de la Conferencia Oeste ante Magic Johnson y James Worthy.

(Fotografía de Ezra Shaw/Getty Images)


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