Lonzo Ball lleva ya dos semanas de baja, pero los Lakers no tienen prisa porque vuelva a jugar. El esguince en el ligamento de rodilla que sufre el base está haciendo que la franquicia angelina respete los plazos de recuperación y aún no hay fecha establecido para su regreso.
Los Lakers creen que Ball podría estar listo en unos días o en una semana, pero no volverán a poner a su jugador en un partido hasta que sea capaz de completar un entrenamiento. Desde que se lesionase el pasado 13 de enero Ball apenas ha entrenado salvo algo de cinta, pesas y tiros en los últimos días.
“Se siente mejor cada día”, explicó ayer Luke Walton. “No me extrañaría si en un par de días, una semana, lo que sea, nos dicen que está listo para volver a entrenar. Pero todavía lo estamos tomando como si fuese a largo plazo. No tenemos ningún plan para que vuelva mañana. Cuando esté listo volverá. No vamos a apresurarle. Una vez que tenga el alta le tendremos de vuelta en los entrenamientos y veremos como se siente”.
Los Lakers, ganadores de 8 de sus últimos 10 partidos —incluyendo los cuatro últimos—, se encuentran de gira por el Este y jugarán durante la próxima semana en Toronto (hoy), Orlando (miércoles), Brooklyn (viernes) y Oklahoma City (domingo).