Los Lakers se caen sin Davis

La baja de Davis y la exhibición de Maxey ponen freno a la buena racha angelina.

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Por Aitor Darias

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El buen momento de los Lakers se ha visto frenado en la segunda noche de su gira por el Este. El cuadro de Redick ha caído por 118-104 ante unos 76ers que, con tres victorias consecutivas, parece que empiezan por fin a levantar cabeza, y que con este triunfo se acercan ya de forma casi definitiva a un play-in que les ha costado alcanzar.

Un partido de NBA dura 48 minutos, pero podría considerarse que este apenas llegó a los 10. 9 minutos y 50 segundos fue exactamente el tiempo que Anthony Davis estuvo en cancha y fue aproximadamente el tiempo que los Lakers compitieron. El pívot tuvo que abandonar el choque en el primer cuarto por culpa de una distensión muscular en el abdomen, y pronto se confirmó que no regresaría en toda la noche, marcando el principio del desastre.

Y es que en cuanto Davis se fue a vestuarios comenzaron los problemas. Los visitantes, que habían empezado controlando el choque, perdieron de golpe casi cualquier capacidad de frenar la anotación rival en la pintura y de controlar el rebote, y empezaron a caer presa de unos 76ers dispuesto para aprovechar esta ausencia. Y que la hicieron pagar no solo en defensa sino también en ataque.

Dalton Knecht, autor de 24 puntos gracias a sus cinco triples, dio un necesario paso adelante, pero fue toda la ayuda que recibió LeBron James sin AD a su lado. Los 31 tantos y 9 asistencias del de Akron fueron una notable contribución, pero sirvieron de poco para mantener a flote a unos Lakers que, sin su ancla, no dejaron de hundirse cada vez más.

Maxey toma las riendas

Parte de la culpa la tuvo también un Tyrese Maxey en estado de gracia que se convirtió en el mejor jugador sobre la pista alcanzando los 43 puntos. Con 27 de ellos en la primera mitad, comandó el parcial de 48-32 del segundo cuarto que dio una considerable ventaja a los suyos, y tras el descanso se encargó de hacer seguir creciendo una renta que llegó a ser de 25 tantos, dejando todo visto para sentencia mucho antes de que sonara la bocina.

Philadelphia se coloca así a solo un partido de los Bulls, que marcan la última plaza de los puestos de play-in, y ven por fin a tiro las puertas de la postemporada. La cuestión es cuánto les costará dar ese último paso que, por ahora, se les ha resistido.

(Fotografía de portada: Bill Streicher-Imagn Images)

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