Tras sumar tres derrotas consecutivas, nada mejor que visitar al colista de la liga para recuperar sensaciones. Los Lakers volvieron a la senda del triunfo al vencer a los Pistons en Detroit por 117-124, cerrando su gira por el Este con un buen sabor de boca y haciendo que su balance en ella sea de 3-3. A lo largo de estos seis encuentros, los de Ham han logrado algunos triunfos de prestigio como el conseguido en Milwaukee, y se mantienen a dos partidos de los puestos de play-in en su regreso a Los Ángeles.
El de esta madrugada fue un encuentro que parecía destinado a ser más cómodo de lo que realmente fue, especialmente durante su primera mitad. Si bien las diferencias nunca fueron insalvables (la máxima fue de 14 puntos), los visitantes parecían tener la situación bajo control, pues de la mano de LeBron James y Anthony Davis estaban dominando de forma clara el choque. Sin embargo, el descanso pareció despertar a los Pistons, que de la mano de un sensacional Bojan Bogdanovic lograron volver al partido y apretar las cosas hasta el final.
El croata vivió un tercer cuarto pletórico, en el que firmó un 7/9 en sus lanzamientos y anotó 25 de los 38 tantos con los que terminó el partido. A pesar de que ninguno de sus compañeros estuvo especialmente inspirado, su efectividad hizo a Detroit logran un parcial de 41-30 en el tercer periodo y comprimir las distancias, obligando a los Lakers a jugárselo todo en los últimos 12 minutos. En ellos, sin embargo, LeBron y sus 13 puntos sirvieron como respuesta a todos los intentos locales por tomar la delantera, y Austin Reaves se encargó de sentenciar el duelo con un triple a falta de 12 segundos que puso el 117-122 en el marcador.
James se erigió así como máximo anotador de los suyos, alcanzando los 35 tantos y superando por poco a un Anthony Davis que terminó con 34, 17 de los cuales llegaron en un tercer cuarto en el que evitó un hundimiento aún mayor de los angelinos. La Ceja sumó además 15 rebotes y 7 asistencias, firmando una actuación de lo más completa y dando continuidad al gran nivel al que está rindiendo últimamente, con el que ha ayudado a los Lakers a levantarse de un desastroso arranque que todavía continúan pagando a nivel clasificatorio.
«Era obligatorio para nosotros ganar este partido, porque queríamos que esta gira por el Este fuera positiva y cerrarla al menos con un 50% de victorias» comentó el pívot. «El último partido es siempre el más complicado de ganar».
(Fotografía de portada: Tim Nwachukwu/Getty Images)