Los Angeles Lakers atraviesan sin duda su mejor momento de la temporada, y no parece haber un mayor responsable que Anthony Davis. Con su increíble rendimiento, el pívot ha permitido a los californianos crecer en prácticamente todas las facetas del juego, y esta madrugada sublimó esta mejora liderando un nuevo triunfo de los suyos, el octavo en diez partidos, por 119-130 ante los Wizards. Desde verano, tanto Darvin Ham como sus compañeros parecían tener claro que La Ceja estaba llamada a ser la principal arma ofensiva de la plantilla, pero quizás ni en sus declaraciones más optimistas imaginaban encontrarse con esta versión a estas alturas.
Y es que, dos noches después de irse hasta los 44 puntos en Milwaukee, Davis ha firmado su mejor actuación en casi siete años. El pívot asaltó el Capital One Arena anotando 55 tantos, su segunda mejor anotación en la NBA solo superada por los 59 que logró en febrero de 2016 aún como jugador de los Pelicans, arrasando con cualquier oposición defensiva por parte de Washington y llevando en volandas a unos Lakers que vivieron una noche mucho más tranquila de lo que puede reflejar el marcador final. Con Anthony tirando del carro, los de Ham llegaron a disfrutar de una ventaja de hasta 29 puntos, pues los locales no encontraron forma humana de detener al que es sin duda uno de los hombres más en forma de la competición.
Davis brilló además donde siempre se le ha pedido que lo haga: en la pintura. Lejos de rehuir el contacto y el juego físico que requiere el baloncesto en el poste bajo, ganó constantemente la posición cerca del aro, ofreciéndose como opción de pase para prácticamente cada penetración de sus compañeros y finalizando con precisión y contundencia ante un Porzingis que nada pudo hacer para evitar sus canastas. El pívot firmó así un 17/23 en tiros en la zona, lo que le permitió sumar en ella un total de 34 tantos.
Por si fuera poco, se encargó de dominar la pintura también en el apartado defensivo, capturando 17 rebotes y colocando 3 tapones que le consagraron como amo y señor del encuentro. De esta manera, Davis se unió a Shaquille O’Neal, Wilt Chamberlain, George Mikan y Elgin Baylor en la lista de jugadores en firmar una actuación de +55 puntos y +15 rebotes con la camiseta de los Lakers.
«Ha estado increíble en los dos lados de la cancha» dijo LeBron James para definir su noche. «Ha sido una actuación digna de MVP de la liga. Simplemente dominante».
El alero quedó ligeramente en un segundo plano ante la exhibición de su compañero, aunque ni mucho menos jugó un partido discreto. Con 29 tantos, 8 rebotes y 6 asistencias, el de Akron aportó en todos los frentes y pudo estar más centrado en la generación de juego al contar con la versión más finalizadora de Davis, algo también aplicable a otros compañeros. Dennis Schröder, por ejemplo, dejó a un lado la búsqueda de canastas para terminar con 8 asistencias, su mejor marca desde su vuelta al equipo, aunque esta situación fue especialmente paradigmática con Russell Westbrook.
Al base se le ve cada vez más cómodo en su rol de sexto hombre, y cada vez parece tener más claro lo que el equipo necesita de él. Con 15 asistencias, Russ sacó a relucir como nunca su capacidad para generar situaciones para sus compañeros y regalarles canastas, y en concreto su asociación con Davis dio muchos frutos a los angelinos en esta ocasión. En total, ocho de sus asistencias fueron para La Ceja, que se ofreció siempre de forma inteligente y finalizó muchas de las situaciones que Westbrook era capaz de construir.
Beal duró cuatro minutos
Los Lakers acabaron así con unos Wizards para los que la peor noticia sin embargo no fue el resultado. Con apenas unos minutos disputados, los capitalinos vieron a Bradley Beal abandonar el choque con lo que parecía un tirón en los isquiotibiales de su pierna derecha, aunque de momento al franquicia no ha ofrecido información clara al respecto. Sin su líder sobre la pista, los de Unseld no tuvieron capacidad de reacción suficiente, y se vieron muy superados por la tormenta angelina.
Kristaps Porzingis y Kyle Kuzma, con 27 y 26 tantos respectivamente, trataron de comandar la reacción local, y de hecho llegaron a hacer soñar al pabellón con la remontada cuando lograron dejar la diferencia por debajo de los dobles dígitos por primera y única vez en la segunda mitad (105-114), pero esta vez los angelinos no dejaron escapar un triunfo que tenían en la mano. Los Wizards mejoraron con el avance del duelo, pero ni siquiera así pudieron hacer nada ante un Davis que parece haberse puesto el objetivo de levantar a estos Lakers entre ceja y ceja. O lo habría hecho si tal hueco existiese.
(Fotografía de portada: Greg Fiume/Getty Images)