Los Lakers continúan mejorando sensaciones con el avance de la competición. Tras caer en sus seis primeras salidas del curso, los de Darvin Ham lograron en su séptimo intento sumar su primer triunfo lejos de Los Ángeles, aprovechando las facilidades concedidas por unos Spurs que acumulan siete derrotas consecutivas. El conjunto californiano se impuso por 94-105 para colocarse con un balance de 6-11, que, pese a seguir siendo pobre, les permite seguir acercándose poco a poco a la pelea por el play-in.
Los angelinos pudieron además contar de nuevo con LeBron James, que se había perdido los últimos cinco encuentros debido a una distensión en el aductor izquierdo. Su ausencia había coincidido curiosamente con la mejor racha del equipo esta temporada (también con el tramo más sencillo de calendario), pero el buen momento parece no haber acabado con su vuelta a la pista. El alero pudo anotar 21 puntos, capturar 8 rebotes, repartir 5 asistencias y robar 3 balones en los 33 minutos que disputó, tiempo en el que también cometió 9 pérdidas que empañaron su actuación.
No obstante, dichas pérdidas se acumularon en su mayoría en la primera mitad, pues lo cierto es que James fue creciendo a lo largo del partido y pareció encontrarse mejor en los momentos finales. En el último cuarto, los Lakers parecían a punto de tirar por tierra una ventaja que había llegado a ser de 20 tantos, pero el de Akron comandó un parcial de 0-11 que les permitió volver a distanciarse en el electrónico y cerrar el duelo de forma cómoda.
«Ha cambiado la dinámica del encuentro. Contar con un jugador que puede cerrar partidos noche sí y noche también es algo que tranquiliza al resto del equipo» afirmó Lonnie Walker, mientras que Anthony Davis destacó también la importancia de LeBron en el triunfo: «Ha sido una bestia en su vuelta después de haberse perdido cinco partidos, especialmente en el tramo decisivos».
La Ceja fue, no obstante, quien más destacó en lo estadístico, dando continuidad a un gran momento de forma alrededor del cual se está cimentando la mejora del equipo. El pívot fue el máximo anotador del choque con 25 puntos, y se hizo fuerte en la pintura capturando 15 rebotes y colocando 4 tapones. Con un 10/13 en el tiro, Davis firmó una noche enormemente eficiente, y sigue ilusionando a los aficionados angelinos ante la posibilidad de verle de nuevo al 100% durante toda una temporada.
Los Spurs, por su parte, mostraron más sombras que luces, y, al margen de un muy buen tercer cuarto que les permitió soñar con dar la vuelta al 39-59 que lucía el marcador al final de la primera parte, apenas opusieron batalla durante gran parte de la noche. Pese a que todos los integrantes del quinteto inicial alcanzaron los dobles dígitos en anotación, ninguno terminó de tener una actuación particularmente brillante, y la escasa aportación del banquillo ni mucho menos ayudó a compensar la situación. Tre Jones y Devin Vassell, con 19 y 18 tantos, fueron los hombres más destacados, pero pareció evidente que los texanos no tienen intención de ser grande agitadores de esta temporada regular.
(Fotografía de portada: Ronald Martínez/Getty Images)