Los Lakers vuelven a las andadas con una derrota en Sacramento

Si hace unos días parecía que los Lakers comenzaban a dejar atrás sus mal momento, los de Vogel no han tardado en volver a las andadas. La reciente derrota ante los Grizzlies ya dejó muy malas sensaciones, y esta madrugada los californianos han dado continuidad a dicha tendencia cayendo en Sacramento por 125-116, volviendo a equilibrar su balance de partidos ganados y perdidos (21-21). Los Kings, por su parte, se hicieron de esta forma con su victoria número 17, lo que les mantiene cerca de los puestos que dan acceso al play-in.

Los de Alvin Gentry, que habían estado por debajo durante prácticamente toda la primera parte, tomaron el control del choque tras el descanso gracias a una grandísima salida de vestuarios. Los locales firmaron un parcial de 31-12 que les permitió no solo colocarse por delante, sino hacerlo de forma relativamente holgada, abriendo una distancia que los Lakers lograron reducir pero jamás remontar. Los angelinos llegaron a colocarse solo 2 abajo en los compases finales (118-116), pero a los Kings no les tembló el pulso y fueron mucho más resolutivos para terminar de cerrar el duelo.

De’Aaron Fox, con sus 29 puntos, fue el mejor de los suyos, aunque estuvo bien rodeado, pues todo el quinteto inicial de Sacramento terminó en dobles dígitos en anotación. Harrison Barnes, autor de 23 tantos, fue el segundo en esta materia, seguido por los 16 de Marvin Bagley y los 14 que sumaron tanto Tyrese Haliburton como Chimezie Metu. Este último fue el encargado de anotar un triple clave cuando los Lakers amenazaban con remontar en los últimos instantes, dando a los suyos la distancia necesaria pare sentenciar el encuentro sin excesivos sobresaltos.

«Esta era una victoria muy necesaria» afirmó Gentry, satisfecho con el trabajo de los suyos. «Hemos hecho un gran trabajo atacando la zona (los Kings anotaron 70 puntos en la pintura). Creo que esa ha sido la diferencia clave, el hecho de haber podido llevar el balón al aro en tantas ocasiones».

En los Lakers, como viene siendo habitual, LeBron James fue el hombre más destacado y prácticamente la única figura estable en un mar de irregularidades. Con 34 puntos, 7 rebotes y 6 asistencias, el de Akron tiró de los suyos de principio a fin, y de hecho fue el responsable de que estuviesen cerca de la remontada con 12 tantos en el último cuarto, pero la escasa aportación a su alrededor volvió a ser una losa demasiado pesada. Malik Monk y Austin Reaves contribuyeron con 22 y 19 puntos respectivamente, pero su ayuda no fue suficiente para compensar el desacierto de otros.

Como viene siendo también costumbre, Russell Westbrook fue la otra cara de la moneda angelina. Con un 2/14 en tiros de campo (14,3%), el base volvió a ser más un problema que una solución para la ofensiva de los suyos, hasta el punto de que la defensa de los Kings se limitó a dejarle hacer en ciertos momentos mientras se centraba en cerrar al resto de atacantes. El base terminó con 8 puntos, 12 rebotes y 6 asistencias, números que no compensan las malas sensaciones y no cambian el sentimiento de que estos Lakers, al menos hasta que recuperen a toda la plantilla, van a la deriva.

(Fotografía de portada: Harry How/Getty Images)


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