Los Orlando Magic han garantizado la presencia de Mo Bamba en su plantilla hasta 2022. La franquicia de Florida ha ejercido la última de las team option incluidas en los contratos de rookie, asegurando que el pívot pasará con ellos sus cuatro primeras temporadas en la NBA.
Bamba fue elegido en el puesto número 6 del draft de 2018, y llegaba a la liga con unas expectativas que aún no ha terminado de cumplir. Su combinación de tamaño, envergadura, capacidad atlética y acierto exterior hacían de él un jugador muy llamativo para las franquicias con picks de lotería, y los Magic no dudaron en hacerse con sus servicios en cuanto tuvieron la oportunidad. No obstante, una vez en el equipo no ha logrado ganarse la plena confianza de Steve Clifford, quien solo le ha dado la opción de ser titular en una ocasión y apenas le ha utilizado 15 minutos por partido en sus dos primeros cursos como profesional.
Con todo, el potencial del pívot sigue siendo innegable, y, aunque a cuentagotas, se ha encargado de demostrarlo en algunos partidos. Pese a que su temporada de sophomore se saldó con unos discretos promedios de 5,4 puntos, 4,9 rebotes y 1,4 tapones, sus capacidades para ser una fuerza dominante en la pintura no han desaparecido, de ahí que no sorprenda a nadie que Orlando quiera seguir estirando su contrato todo lo posible a la espera de que alcance por fin la regularidad y consistencia necesarias. Para ello quizás deban darle más protagonismo en detrimento de Nikola Vucevic, su actual estrella y pívot titular, una decisión que podría ser un tanto delicada.
Mohamed cobrará esta temporada unos 5,97 millones de dólares, cifra que ascenderá a 7,6 millones en la 21-22. Una vez finalizada esta, los Magic podrán hacerle agente libre restringido si le extienden la oferta cualificada por valor de 10,1 millones, aunque aún queda mucho baloncesto por jugarse como para especular con respecto a la misma. Por ahora, no queda sino ver qué síntomas de progresión presenta el pívot.
(Fotografía de portada: Harry Aaron/Getty Images)