La situación de unos y otros ha cambiado tan radicalmente con respecto año pasado que asusta. Los Dallas Mavericks arrasaron sin piedad a los Warriors, a quienes vencieron por 142-94 para hacerse con su tercera victoria consecutiva para alcanzar un balance de 9-5 y colocarse quintos en el Oeste. Los de Kerr, que llevaban una camiseta en la que decía «San Francisco» como si de alguna manera quisieran dejar claro que poco o nada tienen que ver con el equipo que eran hace un año, vuelven a la senda de la derrota, y continúan siendo el peor conjunto de la NBA con solo tres victorias en su casillero.
El encuentro estaba prácticamente sentenciado desde que finalizó el primer cuarto, pues esos doce minutos bastaron a los texanos para evidenciar su enorme superioridad. El 44-16 que lucía el marcador al término de este periodo habla a las claras de la superioridad de los locales, comandados por un hombre en estado de gracia y que en apenas un par de jugadas ya había demostrado por qué es uno de esos jugadores a los que merece la pena ver noche sí, noche también. Ya todos sabéis quién.
Exhibición express
Los 22 puntos, 5 asistencias y 5 rebotes con los que Luka Doncic terminó el primer cuarto invitaban a pensar que se venía un nuevo recital por su parte. Todo estaba dispuesto para ello, y lo cierto es que la sensación fue de que si no ocurrió es simplemente porque no hizo falta. En vista de que el duelo no tenía ningún tipo de historia, Carlisle dio solo 25 minutos de juego al esloveno, lo que le impidió alcanzar cotas de rendimiento aún mayores.
Con todo, fue tiempo suficiente para que hiciera de las suyas. El base terminó con un nuevo triple-doble de 35 puntos, 11 asistencias y 10 rebotes, lanzó con un 61,1% de acierto, robó 3 balones, y tiempo en pista se saldó con un +45 para los suyos. Todo esto le permitió alcanzar un nuevo registro histórico, ya que nadie antes había logrado un triple-doble de 35 o más puntos con tan poco tiempo sobre el parqué. «Si hubiese seguido jugando seguramente habría llegado a los 50 puntos» afirmó Tim Hardaway Jr. al término del encuentro, unas declaraciones que resumen a la perfección lo vivido en el American Airlines Center.
Doncic, que logró su séptimo triple-doble en lo que va de temporada, estuvo también cerca de establecer un nuevo récord de la franquicia, pues con sus 33 puntos al descanso se quedó a solo uno de los 34 que logró Nowitzki ante los Jazz en 2009, que continúa, veremos por cuánto tiempo, siendo la cifra más alta anotada por un jugador de Dallas en una mitad. Además, con sus 6 triples Luka contribuyó a que los Mavericks igualaran su récord de triples en un solo partido con 22, aunque esta vez lo hicieron en menos intentos que nunca (38).
Secundando al esloveno estuvieron Tim Hardawy Jr. y Kristaps Porzingis, autores de 20 y 14 tantos respectivamente. El letón redondeó su actuación con 10 rebotes, firmando así su cuarto doble-doble consecutivo.
Nada que aprender
Los Warriors no perdían un partido por tantos puntos desde 1973, cuando cayeron por 70-126 ante los Lakers. No hablamos por tanto de un equipo que no puede compararse al del año pasado, sino que está rozando las cotas más bajas en la historia de la franquicia.
Kerr, no obstante, optó por tomarse la situación con humor: «Es duro perder por 48 puntos, pero creo que con un par de ajustes podríamos habernos quedado solo a 42. ¿Nadie pilla el sarcasmo? Intentaba ser gracioso». Es más, en cuanto comentó seriamente el choque hizo evidente que ni siquiera consideraba necesario analizar lo sucedido: «Creo que podemos tirar el partido por el retrete. Hay que dejar esto atrás, porque es de esos encuentros de los que no se puede sacar absolutamente nada».
El mejor de los visitantes fue, como viene siendo habitual, Eric Pashcal, autor de 22 puntos y 7 rebotes. Le siguió en anotación Ky Bowman con 16 tantos, mientras que Alec Burks, Jordan Poole, Omari Spellman y Marquese Chriss terminaron con 11 cada uno. Viendo la lista de nombres, sorprende poco la actuación situación del equipo, que anoche jugó sin que ninguno de los integrantes de su época dorada de los últimos cinco años pisase la pista.
(Fotografía de portada: Ronald Martínez/Getty Images)