Los Dallas Mavericks han vuelto a imponer su ley en el FootPrint Center de Phoenix. El conjunto texano se impuso esta madrugada por 95-99, rompiendo su empate con los Suns en la clasificación y afianzándose en la sexta plaza de una Conferencia Oeste que da la sensación de comprimirse cada vez más. Ambos equipos se encuentran en un pelotón muy compacto en el que solo 2,5 partidos marcan la diferencia entre ser cabeza de serie en playoffs o no entrar ni siquiera en play-in, y parece que seguirán en dicha lucha salvo que consigan encontrar la regularidad que tanto les ha faltado.
El cuadro de Jason Kidd consiguió llevarse la victoria a pesar de perder a Luka Doncic nada más empezar el duelo, pues el esloveno puso rumbo a vestuarios cuando apenas se había disputado tres minutos. El base sufrió un esguince en su tobillo tras pisar a Mikal Bridges mientras pivotaba a pocos metros del aro, y tuvo que marcharse cojeando para ser sometido a distintas pruebas en la articulación. Pronto se comunicó que no podría reincorporarse a lo largo de la noche, pero parece que se ha descartado que sufra una lesión de gravedad.
La de esta madrugada podría considerarse por tanto la primera victoria de Dallas sin Doncic en lo que va de curso, aunque sea una ausencia con asterisco. Los texanos respondieron sorprendentemente bien a la baja de su estrella, dando un paso adelante que fue especialmente llamativo en el caso de Spencer Dinwiddie. Con 36 puntos y 9 asistencias, el base firmó su mejor actuación de la temporada, echándose a la espalda a unos Mavericks en los que tampoco estaba Christian Wood y liderándolos al triunfo en una noche bastante eficiente en el tiro para él, sobre todo en triples (5/6).
También estaban sin su estrella los Suns, que han ido recuperando integrantes y empiezan a parecerse a sí mismos otra vez pero que todavía no pueden contar con Devin Booker, dejando este duelo un tanto descafeinado. Los de Arizona, sin embargo, parecen haber ido recuperando el pulso a medida que sus hombres importantes han ido volviendo a la pista, y comandados por la templanza de Chris Paul, que terminó con 22 tantos y 10 asistencias, el acierto exterior de Cam Johnson, también autor de 22 gracias a su 5/7 en triples, y el dominio interior de Deandre Ayton, que firmó un doble-doble de 19 puntos y 20 rebotes, estuvieron a punto de llevarse el que habría sido su quinto triunfo consecutivo.
Tras ir a contracorriente durante toda la segunda mitad, los de Monty Williams llegaron a colocarse a una distancia mínima cuando CP3 puso el 95-96 en el marcador a falta de 20 segundos, y, tras intentar sin éxito robar el balón, hicieron falta sobre Reggie Bullock para mandarle a la línea de personal. Allí, el alero falló el segundo de sus tiros libres, lo que parecía dar opciones a Phoenix de buscar el empate o la victoria en una última posesión, pero Ayton cometió una falta en la pelea por el rebote que hizo que dichas opciones se esfumasen antes de poder materializarse. Dwight Powell convirtió los dos tiros libres de los que dispuso, abriendo la ventaja lo suficiente como para acabar con las esperanzas locales y llevarse el triunfo de vuelta a Dallas.
(Fotografía de portada: Christian Petersen/Getty Images)