Dallas logró esta madrugada su triunfo número 24 en un duelo no apto para cardiacos. Los texanos se impusieron a los Lakers en el Crypto.com Arena por 115-119 en un choque que necesitó dos prórrogas para dilucidarse y en el que estuvieron verdaderamente contra las cuerdas en muchos momentos. Pese a que llegó a contar con 19 puntos de ventaja, el cuadro de Jason Kidd tuvo que aferrarse a la épica para poder sobrevivir en el tramo final, una labor de la que se encargó mejor que nadie, como de costumbre, Luka Doncic.
El esloveno no solo terminó con otro descomunal triple-doble de 35 tantos, 14 rebotes y 13 asistencias, sino que, con el partido en el alambre, fue el responsable de lanzar un jarro de agua fría sobre la grada angelina y forzar la prórroga con solo 6 segundos para el final. Con 101-98 en el marcador, el base recibió el balón en un mano a mano de Dinwiddie que le permitió quedar emparejado con Dennis Schröder, y gracias a un step-back y a la diferencia de altura pudo levantarse sin que el punteo del germano le molestase demasiado. Luka, que fue de más a menos con el avance del encuentro, no había anotado una sola canasta en el último cuarto, pero supo encestar la más necesaria de todas e hizo necesarios cinco minutos más después de que Troy Brown fallara el último lanzamiento del tiempo reglamentario.
Ya en la prórroga, Doncic volvió a encargarse de aguar la fiesta local con otro triple para empatar el duelo, este anotado a falta de 47 segundos para el final. Esto dio a ambos equipos oportunidades para romper la igualdad, algo que LeBron estuvo cerca de hacer en dos ocasiones, primero con un triple que se salió de dentro tras dar varias vueltas en el aro y luego con una penetración que acabó en tapón de Wood. El de Akron no tuvo su mejor noche en términos de acierto (9/28), y no logró terminar de imponerse en esta primera prórroga como tampoco lo hizo en la segunda.
En ella, Luka cedió por fin el testigo y dejó que fueran Spencer Dinwiddie y Christian Wood los encargados de cerrar el choque. El escolta asumió galones en la anotación sumando en estos cinco minutos 6 de sus 17 puntos, mientras que el pívot se hizo grande en la pintura colocando dos tapones más y sumando una canasta tras rebote ofensivo que dio oxígeno a los texanos. El ex de los Rockets terminó en total con 24 tantos, 14 capturas, 6 asistencias y 5 tapones, confirmándose como el mejor escudero de Doncic y como un hombre con mucha capacidad para sumar en varios aspectos.
Oportunidad desperdiciada
Los Lakers dejaron escapar por tanto un duelo que, de haber terminado en victoria, les habría permitido empatar con los Minnesota Timberwolves en el décimo puesto del Oeste y habría terminado de meterles de lleno en la pelea por el play-in. Pese a la baja de Anthony Davis, los de Darvin Ham compitieron de tú a tú ante uno de los equipos de la zona alta de su conferencia, pero se les vio realmente faltos de recursos ofensivos a la hora de la verdad y no tuvieron más remedio que fiarlo todo a un LeBron que no estuvo ni mucho menos inspirado en los compases finales.
James destacó en muchos aspectos y coqueteó con el triple-doble al terminar con 24 puntos, 16 rebotes y 9 asistencias, pero sus casi 47 minutos en pista le pasaron factura y no logró convertir ninguno de los seis lanzamientos que intentó entre las dos prórrogas. Esto hizo que el máximo anotador local fuese Russell Westbrook, quien sumó 28 tantos pero tampoco estuvo del todo fino en los periodos extra. Dennis Schröder, por su parte, tampoco dio el paso adelante necesario, y después de varias noches rindiendo a un gran nivel ofreció su cara B y se quedó en 7 puntos tras firmar un 3/13 en el tiro.
(Fotografía de portada: Kevork Djansezian/Getty Images)