Brooklyn Nets tiene que vivir, necesariamente, una remodelación idílica durante el próximo verano. El peor conjunto de la temporada regular 2016-17 difícilmente podrá fomentar la creación de un equipo competitivo vía Draft —Boston se quedará con el pick más alto de los Nets—, por lo que tendrá que subir las apuestas en la dura agencia libre. Dura por el escaso atractivo que suele tener un equipo empadronado en derrotas.
En el mercado que estrenará cartel el próximo 1 de julio habrá diversos agentes libres golosos. Muchos. En los que poco que hacer tendrá Brooklyn. Sin embargo, la franquicia tambien echará el ojo en los agentes libres restringidos. Aquellos que sean fáciles de mirar para las franquicias que pretenden reconstruir sus cimientos.
De esa manera, Brooklyn estará atento a las evoluciones de jóvenes jugadores que tienen previsto exigir grandes contratos y en cuyos equipos hay cierto atasco salarial. Algunos ejemplos que respondan a ese perfil pueden ser Otto Porter Jr., de los Wizards, o Kentavious Caldwell-Pope, Pistons. Los Nets tienen previsto perseguir seguir muy de cerca este perfil de jugador.
Siguen en 2018
De su éxito en verano dependerá una temporada más o menos parecida a la actual (19-60), descartados de cualquier pelea desde noviembre, o bien una recuperación gradual. Brook Lopez —agente libre en 2018— o Jeremy Lin siguen con contrato para el curso que viene, sin embargo las oficinas de Brooklyn han reiterado en varias ocasiones que nadie es intocable actualmente en la plantilla. Lo más sagrado es prender la mecha de una plantilla competitiva.