El triunfo en Boston les asegura matemáticamente su presencia en la post temporada
Desde 2013, cuando perdieran con George Karl al frente la primera ronda del Oeste ante los Warriors, los Nuggets no habían vuelto a una serie de playoffs. Esta prolongada travesía por el desierto tenía desde hace unos días fecha aproximada de caducidad, solo faltaba concretarla del todo. Si el domingo los Kings hubieran perdido ante los Bulls, Denver habría sellado su clasificación para las eliminatorias por el anillo sin jugar. Pero venció Sacramento, así que los Nuggets tenían que ganar un duelo más. La primera prueba no era sencilla, visita al TD Garden de Boston, pero anoche Denver no quiso esperar más y triunfó ante los Celtics (105-114).
Fue un duelo igualadísimo que se resolvió en el último cuarto, cuando un parcial de 25-34 para los visitantes acabó con Boston. En los de Mike Malone funcionaron bien todos sus integrantes del quinteto inicial, con los cinco miembros por encima de los 10 puntos. Ahí sobresalen los 20 tantos de Will Barton y los 23 de Nikola Jokic, que añadió 13 rebotes, 7 asistencias, 2 robos y 3 tapones. Denver no solo se clasifica a los playoffs sino que ahora mismo, tras la derrota de los Warriors frente a los Spurs, empata en la cabeza del Oeste con Golden State, ambos con un balance de 47-22 y un último choque directo por jugar, el 2 de abril. Por parte de Boston, Kyrie Irving, 30 puntos, el mejor de unos Celtics que son quintos del Este con 43-28.
«Estamos hambrientos, estamos sedientos. Queremos llegar ahí (playoffs) y hacer que algo suceda», apuntó tras el duelo Jokic sobre la clasificación de Denver para la pelea por el anillo. Y es que si el objetivo inicial de los de Colorado al comienzo de la 2018-19 era no irse de vacaciones a mediados de abril, la evolución de la propia temporada les ha fijado cotas más altas.
25ª aparición en unos playoffs
Los Nuggets han estado más de un lustro fuera de ellos, pero desde saltaran de la ABA a la NBA a mediados de los años 70 la franquicia de Denver ha sido un clásico de la post temporada, que con esta edición de 2019 habrá visitado ya en 25 ocasiones. En ese palmarés destaca el periodo de 2004 a 2013, con nueve clasificaciones seguidas para los playoffs y las Finales del Oeste de 2009 como tope, que es también el límite a donde ha llegado una franquicia que se ha quedado tres veces a las puertas de las Finales de la NBA y que ha ganado en seis ocasiones el título de su división.
Regreso de Thomas
Volvía Isaiah Thomas por primera vez al lugar donde fue feliz, a ese TD Garden que se puso a sus pies en 2017, cuando el base soñaba con el MVP y una renovación millonaria. Luego, ya saben, lesión de cadera, traspaso a Cleveland, traspaso a los Lakers, misma lesión de cadera, fichaje por el mínimo con Denver, reaparición en febrero de 2019, tras un año sin jugar, y Mike Malone en última instancia apartándolo de la rotación tras apenas una decena de partidos.
Sin embargo, el técnico tuvo el detalle de poner a Thomas anoche de nuevo a jugar. Y en los momentos importantes, nada de tiempo de la basura. Thomas, zapatillas verdes y doradas, entró en la pista por Jokic a falta de tres minutos para que acabara el primer cuarto y se fue al banquillo mediado el segundo cuarto. En total, 6 minutos y 50 segundos para 0/2 en tiros de campo y 2 asistencias. Durante el primer tiempo muerto del duelo, los Celtics proyectaron este homenaje:
Thomas regresaba a su casa, pero no descarten que quizá vuelva pronto para vestir la camiseta de Boston. Es agente libre desde el 1 de julio y él nunca ha ocultado, tampoco en la previa de este partido, su deseo de regresar al TD Garden para quedarse.
(Fotografía de portada: Maddie Meyer/Getty Images)