Los Pacers se aferran a la zona alta venciendo a Cleveland

Pasan las semanas y los Indiana Pacers continúan en los puestos de playoffs del Este. Lo que podía parecer casualidad al inicio de curso se está confirmando como una realidad, pues con su victoria esta madrugada ante otro de los equipos punteros de la conferencia los de Rick Carlisle han vuelto a demostrar que van a luchar hasta el final por mantenerse en la zona noble. El cuadro de Indianápolis logró su 19ª victoria al derrotar a los Cavaliers por 135-126, resultado con el que se mantienen en la sexta posición y, por tanto, en puestos de acceso directo a postemporada.

En un duelo de continuas idas y venidas y de muchos cambios en el marcador, fue su gran cierre lo que dio a los locales el triunfo. Con un parcial de 15-5 en los últimos minutos, los locales se garantizaron llegar con una renta suficiente a los segundos finales, un parcial en el que los Pacers se beneficiaron de sus múltiples armas ofensivas para anotar con frecuencia y desarbolar a Cleveland. Y es que Indiana contó con hasta cuatro jugadores por encima de los 20 puntos, lo cual abrió demasiados frentes para la defensa visitante.

Tyrese Haliburton fue, con 29 tantos y 9 asistencias, el líder del equipo, pero no estuvo ni mucho menos mal acompañado. Buddy Hield le siguió de cerca con 25 puntos gracias a su 5/6 en triples, mientras que Bennedict Mathurin, con 23, volvió a firmar un excelente encuentro en el rol de sexto hombre. Más sorprendente fue la actuación de Aaron Nesmith, que con 22 logró su segunda mejor anotación de la temporada y fue fundamental en un último cuarto en el que anotó 10 de sus puntos, 8 de ellos en los últimos cinco minutos.

«La clave de este partido ha sido nuestra defensa. En concreto, su ausencia» afirmó Bickerstaff, muy autocrítico con los suyos. «Hemos decidido que queríamos jugar al baloncesto que proponía Indiana, y eso les ha permitido sacar a relucir sus fortalezas. No hemos jugado al baloncesto de los Cavaliers».

Cleveland es actualmente la mejor defensa de la liga con un defensive rating de 108,6 puntos, pero sería difícil intuirlo para alguien que solo hubiese visto este partido. Los de Ohio encajaron más de 130 puntos por primera vez esta temporada, y se vieron sorprendidos por el juego rápido y el gran acierto exterior de unos Pacers que marcaron claramente el ritmo del choque y que firmaron un excelente 61,3% de acierto en triples (19/31).

Donovan Mitchell se encargó de liderar al equipo en ataque con 28 tantos y 6 asistencias, pero a diferencia de otras ocasiones no pudo dar continuidad a su gran nivel en el último cuarto, en el que su 1/6 en tiro lastró las opciones de victoria. En dicho tramo, fue Jarrett Allen quien más aportó a nivel ofensivo con 13 de sus 19 puntos, pues su buen posicionamiento en la zona le permitió finalizar varias jugadas y capturar varios rebotes en ataque para sumar y terminar como segundo anotador visitante. El pívot firmó además un doble-doble al conseguir 14 capturas, 4 de las cuales tuvieron lugar en el aro rival.

El triple más rápido de la historia

Como anécdota, este encuentro contó con el triple más rápido jamás anotado desde que se registran las acciones jugada a jugada. Solo pasaron tres segundos desde que se lanzó el balón al aire hasta que Buddy Hield llevó el balón al aro, haciendo al bahameño entrar en la historia de la liga.

El alero arrebató así el récord a una leyenda de los Pacers, pues este estaba en manos de Reggie Miller, que el 5 de marzo del año 2000 anotó un triple contra los Warriors a los cuatro segundos de partido.

(Fotografía de portada: Andy Lyons/Getty Images)


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