New Orleans se ha deshecho de Quinn Cook y de Axel Toupane, según informó la propia franquicia. Ambos jugadores firmaron contratos multianuales a finales de la pasada campaña y disputaron los últimos encuentros de la temporada regular con los Pelicans.
No obstante, esos acuerdos no estaban garantizados y, con el despido de Cook y de Toupane, los Pelicans, que están ahora 2,4 millones de dólares por debajo del tope salarial, ganan espacio para futuros movimientos. Jrue Holiday, Darius Miller y Rajon Rondo han sido los nombres que han copado las noticias del mercado veraniego de los Pelicans.
Contratos no garantizados
Tanto Cook como Toupane tenían sendas cláusulas en sus contratos para convertirse en parcialmente garantizados, a menos que fuesen cortados a partir del 25 de julio. En el caso de Cook, habría tenido asegurados 100.000 dólares si hubiera traspasado esa fecha sin ser despedido; para Toupane, en cambio, la cifra ascendía a 200.000 dólares.
Cook, nombrado Novato del Año 2016 y MVP del All-Star 2017 por su papel destacado en la G League, tenía una ficha de 1,3 millones para la 2017/18, de la que solo percibirá 25.000 dólares. Toupane, por su parte, con una nómina de 1,4 millones para el próximo curso, recibirá la misma cantidad del que ha sido su compañero en los Pelicans estos meses.
Sorprende especialmente el despido de Cook, que fue también uno de los jugadores más destacados de Las Vegas Summer League y que debutó previamente en la NBA con los Mavericks, aunque no se descarta que New Orleans lo vuelva a reclamar para el training camp de pretemporada.