Detroit Pistons ha puesto punto y final a casi tres décadas en el Palace de Auburn Hills, a 45 kilómetros del centro de la ciudad, para trasladarse justo a ese núcleo urbano en el que esperaban recuperar la fuerza y pasión de su afición. Así, ya sobre el parqué del flamante Little Caesars Arena, los de Michigan disfrutaron de la primera noche en su nueva casa por partida doble: victoria y pabellón prácticamente lleno. Pudo ser un espejismo.
En el segundo choque que disputaron como local, recibiendo a Philadelphia 76ers, la dirección de los Pistons anunció que la asistencia al estadio era de 13.709 aficionados. Bien. Si así fuese hablaríamos de que habrían quedado unos 8.000 asientos sin ocupar. La cuestión es que viendo las imágenes parece complicado que se llegase a la cifra oficial.
Ok legit after tipoff @EmptySeatsPics pic.twitter.com/vdufSlSTs1
— DetroitFußball (@DetroitFussball) 23 de octubre de 2017
¿Qué ha ocurrido? Para empezar puede que los Pistons, cuando realizaron la previsión de fans que podían ganar al trasladarse al centro, fueran demasiado optimistas. Después, es posible que Philadelphia –aunque sea divertido de ver– no sea el equipo que atraiga a más aficionados. Dicho eso, según explica Deadspin, en el partido inaugural ya tuvieron que regalar entradas para que las gradas tuviesen el ambiente deseado…
Esto no ha hecho más que empezar y puede que con el desarrollo de la temporada, y si los Pistons van camino de playoffs, el público se vaya enganchando poco a poco. La cuestión es que pasar de 13.000 personas a casi 21.000 no es sencillo.
Más allá de los Pistons
El Little Caesars Arena ha sido construido con el objetivo de revitalizar una zona deprimida del downtown. Para ello se gastó una enorme cantidad de dinero (732 millones de dólares) que contó con una fuerte inversión pública. Esa era la idea, pero la realidad en cuanto a necesidad de los aficionados al baloncesto puede ser otra. Por si faltaba algo, los Detroit Red Wings, equipo de la NHL con el que comparten casa, ya se ha quejado de las condiciones del hielo en la pista.