Los renovados Lakers marcan territorio ante Nueva Orleans

Tras tres partidos de ausencia, LeBron James volvió a vestirse de corto y lo hizo para ayudar a sumar una nueva y muy necesaria victoria a los Lakers. El conjunto angelino, que pudo por fin mostrar todo su potencial tras rearmarse en el cierre de mercado, derrotó a los Pelicans por 120-102 en un choque que aspiran a que marque un antes y un después en su temporada. Con un balance de 27-32, los de Ham se encuentran a dos partidos de los puestos de play-in, hasta los que tratarán de escalar para ganarse un hueco en la postemporada y empezar a soñar a partir de ahí.

Los locales estuvieron comandados por su recién conformado Big Three (Big Two and a Half si no queremos trivializar el término), que se estrenó con triunfo y con buen rendimiento. Anthony Davis fue el mejor del equipo con 28 puntos, 10 rebotes y 5 asistencias, pero tanto el propio LeBron como D’Angelo Russell le siguieron de cerca con 21 tantos y un total de 13 asistencias entre ambos que dotaron al equipo de unos recursos ofensivos que echaba en falta. Además, la solvencia mostrada sobre la pista hizo que ninguno de los tres tuviera que disputar más de 30 minutos, algo que tampoco estaba siendo habitual para los angelinos.

«Estoy muy satisfecho con lo que hemos conseguido, pero todavía tenemos que consolidarnos» comentó James. «Es la primera vez que estamos todos juntos en la pista y tenía muchas ganas de ver cómo funcionábamos, y creo que los primeros 40 minutos han sido muy buenos».

Si bien los hombres de rotación estuvieron algo más discretos, sus pequeñas contribuciones sumaron lo suficiente como para terminar de desarbolar a unos Pelicans sin respuesta en la segunda mitad. Con un excelente tercer cuarto, los Lakers lograron ampliar una diferencia que había sido escasa al descanso y llegar a mandar por hasta 20 puntos, permitiéndose un cierre de partido bastante cómodo en el que pudieron repartir minutos a los menos habituales.

Nueva Orleans, que sigue sin poder contar con Zion Williamson, trató de aguantar de la mano de Brandon Ingram y C.J. McCollum, cuyos 25 y 22 tantos respectivamente sirvieron sin embargo de más bien poco. Los de Luisiana son otro equipo ahora que han perdido a su gran estrella, y continúan viendo cómo se complica un curso que arrancó de forma ilusionante pero al que las lesiones han ido poniendo freno. Con este nuevo tropiezo, vuelven a caer a la octava posición del Oeste, y tendrán que pelear hasta el final si quieren mantener siquiera su puesto en la postemporada.

Una de las pocas buenas noticias para ellos estuvo protagonizada por Willy Hernangómez, que aprovechó sus 17 minutos en pista para seguir reclamando protagonismo. Con 14 puntos y 11 rebotes fue el mejor escudero de Ingram y McCollum, pero tampoco pudo hacer nada por evitar el tropiezo.

(Fotografía de portada: Kevork Djasezian/Getty Images)


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