Los Houston Rockets fueron uno de los grandes animadores de la pasada agencia libre al hacerse con los servicios de Fred VanVleet y Dillon Brooks. Esto, junto al fichaje de Ime Udoka para el banquillo, facilitó el salto del equipo desde las catacumbas del Oeste hasta pelear por el play-in. La mentalidad de la franquicia es «competir ya», pero esto no significa que vayan a volver a tirar la casa por la ventana en la agencia libre. «Estamos cómodos con el equipo y creemos que vamos a crecer de forma interna. Por eso no creo que vayamos a ser súper agresivos», recalca su presidente de operaciones Rafael Stone.
El pasado domingo los Rockets tuvieron la suerte de hacerse con la tercera elección del próximo Draft gracias a la lotería. Inmediatamente surgieron rumores del poco interés que tenían en retenerla y de su permisividad a la hora de negociar por ella. La organización texana ya ha acumulado bastante talento gracias a los réditos del traspaso de James Harden, que les ha permitiddo unir a Jalen Green, Alperen Sengün, Jabari Smith Jr., Amen Thompson y Cam Withmore en apenas tres años. Stone cree que con estos nombres la base del equipo está asegurada. Más si cabe ante un Draft en el que no se atisba la presencia de talentos generacionales
«Esto no quiere decir que no escuchemos ofertas y dejemos pasar oportunidades que consideremos únicas. Pero tenemos muchos jugadores talentosos y las bajas nos han golpeado. Por ello pensamos que nuestro objetivo principal es volver a reunir a nuestro núcleo y mejorar con respecto al año pasado a través de la mejora interna y una mejor salud». La gran decisión que tienen que tomar Stone y compañía son las extensiones de Alperen Sengün y Jalen Green, que seguramente condicionen la estructura salarial del equipo en el medio plazo.
(Fotografía de portada de Carmen Mandato/Getty Images)