Se han cumplido los peores pronósticos con Tari Eason. Si Ime Udoka explicó a finales de enero que la recuperación de su pupilo no iba tan bien como les gustaría, y ahora, ya entrados en marzo, se ha confirmado que se someterá a una cirugía que pondrá fin a su temporada.
Lo cierto es que el segundo año en la NBA del joven ala-pívot ha sido realmente duro. Tras disputar los 82 partidos como novato, en esta ocasión se ha quedado en sólo 22, y es que no jugaba desde el lejano 1 de enero.
«Obviamente ha estado pasando por algunas cosas a lo largo del año y ahora tenía un crecimiento benigno en la zona de la espinilla, creo que en la tibia. Es algo que pasó a principios de temporada y desde ese momento jugó con algo de dolor. Nunca tuvo la posibilidad de sufrir una fractura. Fue una cuestión de tolerancia al dolor. Una vez que el dolor aumentó demasiado, tuvo que parar», comenta el entrenador de la organización de Texas en declaraciones recogidas por Houston Chronicle.
En cuanto a la decisión pasada de llevar a cabo un tratamiento conservador y no optar directamente por la cirugía, Udoka señala que se pensó en su momento que era lo mejor para su recuperación.
«Pensamos que descansaría y la zona se rehabilitaría, que podría superarlo de esa manera, pero cada vez que aumentaba la carga de trabajo el dolor volvía. Después de ver a todos los especialistas, llegamos a la conclusión de que lo mejor era someterse a una cirugía el lunes», sentencia antes de explicar que en el procedimiento se llevará a cabo un injerto óseo y que se espera que la baja se prolongue durante cuatro meses.
Siendo elegido como número 17 del draft de 2022, Eason promedió como novato 9,3 puntos, 6 rebotes y 1,2 robos. En los pocos partidos que ha disputado en el curso 2023-24 ha mejorado levemente tales guarismos al irse hasta los 9,8 puntos, 7 rebotes y 1,4 robos.
(Fotografía de Carmen Mandato/Getty Images)