Qué cerca se han quedado los Spurs de hacer algo que nunca nadie había conseguido. San Antonio ha vencido a Oklahoma City por 102 a 98 tras una prórroga —la primera de la temporada para ellos—, consiguiendo así terminar en casa con un balance de 40-1, una marca que empata el récord histórico de la NBA establecido por Boston Celtics en la temporada 1985-86.
Los Spurs necesitaron tirar de sus mejores jugadores para vencer a unos Thunder que se presentaron en el AT&T Center en cuadro: Kevin Durant, Russell Westbrook y Serge Ibaka se quedaron en Oklahoma City descansando. Pero Gregg Popovich esta vez sí uso a sus primeros espadas, dejando en pista a Kawhi Leonard, Tony Parker y Tim Ducan al menos 34 minutos a cada uno, algo fundamental para remontar los 14 puntos que llegaron a acumular los locales durante el encuentro.
Leonard finalizó como máximo anotador del encuentro con 26 puntos, Parker logró 20 puntos y Duncan añadió 12 puntos y 9 rebotes. LaMarcus Aldridge sí tuvo racionado su tiempo en pista, quedándose en 8 puntos y 5 rebotes en 19 minutos jugados.
Por los Thunder, con un equipo totalmente diferente al faltar sus mejores hombres, cuatro jugadores se encargaron de llevar el peso ofensivo. Steven Adams, Cameron Payne, Dion Waiters y Enes Kanter sumaron 17 puntos cada uno a los que Kanter añadió 16 rebotes.
30 años después, 40-1
Muchos aficionados de San Antonio pensarán que fue una lástima la derrota de los Spurs ante Golden State el pasado domingo, algo que hizo imposible, el 41-0, una marca que nunca hubiese podido ser superada, solo igualada.
Pero los jugadores de la franquicia tejana tampoco se quejan. Saben que lo logrado es histórico, pues hace 30 años que se estableció el récord, y también son conscientes de que lo más importante empezará el sábado con los Playoffs.
“Está genial, empatar a los Boston Celtics”, dijo Parker. “Es uno de esos equipos legendarios con Larry Bird, Kevin McHale y Robert Parish. Está muy bien. No es fácil perder solo un partido en casa en toda la temporada”.