San Antonio Spurs y Miami Heat volverán a jugar las Finales de la NBA. La franquicia tejana cerró su pase para reeditar el duelo de la temporada pasada tras vencer a Oklahoma City Thunder en el sexto partido de la serie por 107 a 112, prórroga incluida.
Boris Diaw se erigió como el hombre del partido para los Spurs, que haciendo gala de ese apelativo de que son un verdadero equipo en el que todos pueden destacar, tuvo en el francés a ese jugador que hizo posible, en gran parte, la victoria. Así, el alero francés finalizó con 26 puntos, una marca anotadora que no alcanzaba en Playoffs desde el 3 de junio del 2006, cuando hizo 30.
Además de Diaw, destacaron los 19 puntos y 15 rebotes de Tim Duncan, un nuevo doble-doble de Kawhi Leonard, que finalizó con 17 puntos y 11 rebotes, así como los 15 puntos de Manu Ginobili y los 11 de Danny Green.
Segunda parte sin Parker
Con tantos jugadores rindiendo a buen nivel, los Spurs fueron capaces de sobreponerse incluso a la ausencia durante toda la segunda mitad de Tony Parker. El base francés sufrió una torcedura en el tobillo izquierdo durante el cuarto partido; problema que se agravó durante el quinto y que ayer disminuyó su aportación hasta los 8 puntos y 2 rebotes en 18 minutos de juego.
Lo más curioso de la salida del partido del base francés, es que esta justo coincidió con el mejor momento de su equipo; tanto es así que en el tercer periodo vencieron por 20-37, siendo este el cuarto de mayor anotación que han conseguido durante toda la serie jugando en el Chesapeake Energy Arena. Además, ese parcial les sirvió para darle la vuelta al partido, ya que se fueron al descanso perdiendo 49-42.
Por parte de los Thunder hubo una nueva exhibición de sus dos jugadores estrella. Kevin Durant acabó con 31 puntos y 14 rebotes; mientras que Russell Westbrook lo hizo con 34 puntos, 7 rebotes y 8 asistencias, grandes números que se vieron empañados por las 14 pérdidas que acumularon entre ambos a partes iguales.
Abismo entre la aportación de los banquillos
Si hubo un dato diferencial en el desarrollo del partido ese fue la gran distancia que hubo entre la aportación de ambos banquillos. Los jugadores reserva de los Spurs se combinaron para terminar con 51 puntos, mientras que los de los Thunder se quedaron en 5, todos de Derek Fisher. Para comprender la trascendencia de este dato no hay más que ver que los 46 puntos de diferencia entre ambas bancas es la mayor de toda la temporada en cualquier partido.
Duncan lidera la prórroga
Con Tim Duncan no se puede hablar ni de edades ni de declives. En el tiempo extra contra los Thunder volvió a ser ese líder que no se borra nunca desde que fue drafteado en 1997. Así, siete puntos consecutivos suyos cuando más quemaba el balón fueron decisivos para que los Spurs alcanzasen sus sextas Finales bajo su juego y bajo el mando de Gregg Popovich.