Nueva victoria para Phoenix, y ya van 12 de forma consecutiva. Los de Arizona aprovecharon la ausencia de Nikola Jokic para apalizar a los Nuggets por un contundente 126-97, lo que les permite seguir siendo el equipo más en forma de la liga y continuar a la estela de los Warriors en la clasificación. Además, esta es ya la cuarta mayor racha de victorias de la historia de la franquicia, cuyo récord está en las 17 que encadenaron en la temporada 2006-07.
Los Suns dejaron el choque prácticamente sentenciado desde muy temprano, pues su primer cuarto rozó la perfección a nivel ofensivo. Con 48 puntos en los primeros 12 minutos, el cuadro de Monty Williams arrolló sin piedad a Denver a base de triples, mates y todo tipo de canastas que dispararon la diferencia entre ambos conjuntos hasta los 20 tantos y se pusieron el encuentro muy de cara. A pesar de que los Nuggets lograron que la diferencia bajase de los 10 puntos en la segunda mitad, esto solo sirvió para reactivar a los locales, que volvieron a dominar con claridad el choque y llegaron a mandar por 30 en el último cuarto.
«La forma en que hemos movido el balón en el primer cuarto, leyendo dónde estaban los espacios y lanzando con acierto, ha sido fantástica de ver» afirmó Williams.
Estas grandes diferencias hicieron que el técnico no tuviese que dar demasiados minutos a sus mejores hombres, lo que permitió brillar a los secundarios de la plantilla. Este fue el caso de Cameron Johnson, que con 22 puntos firmó la mejor anotación de su carrera gracias a su buen 9/15 en tiros de campo. Le siguieron en este apartado DeAndre Ayton y Devin Booker, que no necesitaron más de 27 minutos para terminar con 21 y 17 tantos respectivamente, mientras que Jae Crowder finalizó con 15 en su casillero.
En los Nuggets, que no pudieron contar con Jokic por segunda noche consecutiva debido a unos problemas en la muñeca, el máximo anotador fue Jeff Green con 19 puntos, seguidos por los 16 de Aaron Gordon, quien además capturó 10 rebotes. El alero, sin embargo, terminó el partido expulsado tras recibir dos técnicas por protestar una falta en ataque, una decisión un tanto sorprendente debido a que sus quejas no parecieron demasiado airadas y el jugador no dio la sensación de hacer nada digno de tener que poner rumbo a vestuarios.
(Fotografía de portada: Christian Petersen/Getty Images)