Con seis partidos todavía por delante, los Phoenix Suns han logrado ya igualar la mejor temporada regular de la historia de la franquicia. El conjunto de Arizona ha alcanzado las 62 victorias al imponerse a los Warriors por 103-107, empatando así la marca que firmaron en las temporadas 92/93 y 04/05. No obstante, salvo enorme sorpresa, esos 62 triunfos tienen una fecha de caducidad inminente como récord, pues nada parece poder evitar que los de Monty Williams superen pronto esa barrera, posiblemente en su siguiente partido.
La de esta madrugada fue la novena victoria consecutiva para los líderes de la NBA, que tuvieron que sufrir para salir victoriosos del Chase Center a pesar de que Golden State sigue sin poder contar con Stephen Curry. El buen trabajo defensivo de los de Kerr complicó la vida a varios de los hombres clave de los Suns, especialmente a Devin Booker, que sufrió enormemente para anotar en algunos tramos. El escolta fue pese a todo el máximo anotador de los suyos con 22 puntos, los mismos que Mikal Bridges, pero su 5/21 en el tiro evidenció sus problemas en este apartado.
Estuvo más fino desde el tiro libre, desde donde sumó un 10/12 incluyendo dos lanzamientos a falta de 34 segundos que pusieron por delante a los suyos. Posteriormente, tras una pérdida de Draymond Green, le llegó el turno de presumir de eficacia en el clutch a Chris Paul, quien con un floater a falta de 13 segundos dio algo más de aire a los suyos colocando el 101-104 en el marcador. Tras un intercambio de tiros libres, los locales contaron con una última oportunidad de forzar la prórroga, pero Jordan Poole, en una decisión extraña, buscó un triple desde el medio campo cuando aún quedaban algo más de 3 segundos en el marcador, lo que acabó enviando la victoria a Phoenix.
No obstante, ni siquiera esto pudo empañar la actuación del base, que se empeñó en mantener a los Warriors en el partido con una actuación soberbia. Con 38 puntos, Poole firmó su récord anotador de la temporada e igualó la mejor marca de su carrera, nutriendo de anotación a los suyos en una noche en la que nadie más ofreció una imagen acertada en ataque. Jordan, que además capturó 9 rebotes y repartió 7 asistencias, fue una máquina de sumar gracias a su capacidad para atacar el aro y, sobre todo, a su acierto exterior, pues con su 7/15 en triples fue una pesadilla para la defensa visitante.
Esta derrota coloca a Golden State en la cuarta posición del Oeste, un puesto al que hasta hace no mucho parecía impensable que cayeran. Sin embargo, las cuatro derrotas consecutivas que acumulan les han costado ser superados por Dallas, y veremos si no acaban con más problemas si no consiguen revertir esta dinámica. Si bien esta madrugada las sensaciones fueron mejores que los últimos choques, a estas alturas de curso de poco valen ya las sensaciones, pues la forma en que terminen la temporada regular marcará las dificultades que se encontrarán en playoffs.
(Fotografía de portada: Ezra Shaw/Getty Images)