Si la primera visita de los Suns al Delta Center de Salt Lake City ya dio lugar a un partido no apto para cardiacos, su regreso apenas dos noches después ha ido aún más allá. Pero el resultado y el gran protagonista han sido los mismos. Aunque esta vez con dos prórrogas y por tanto con 10 minutos más de sufrimiento, el cuadro de Arizona ha vuelto a llevarse el triunfo, de nuevo comandado por un sensacional Kevin Durant sin el que no se entiende el 137-140 que reflejó el marcador final.
El alero terminó con 39 tantos y 10 asistencias que le convirtieron en la gran referencia ofensiva de los visitantes, y sus habilidades como anotador y play maker salvaron a Phoenix cuando estaba contra las cuerdas en el último cuarto. Los Jazz se habían colocado con algo de ventaja (103-95) a menos de seis minutos para el final, momento a partir del cual KD anotó o asistió 16 de los 20 últimos puntos de los suyos en el tiempo reglamentario, incluyendo el lanzamiento que colocó el 113-115 en el último minuto. Kevin incluso taponó el tiro con el que Jordan Clarkson buscó devolver el empate al electrónico, pero el balón acabó en manos de Lauri Markkanen, el mejor local con 38 tantos, quien sí logró llevarlo al aro para volver a equilibrar las cosas antes de que finalizasen los 48 minutos de juego.
Durant optó por ceder el último lanzamiento a Booker, que no pudo evitar con él la disputa de la primera prórroga. Y en ella, contra todo pronóstico, fue Eric Gordon quien dio un paso adelante como héroe visitante, sumando 9 de los 12 puntos de los suyos gracias a su capacidad para finalizar jugadas tanto desde el triple como cortando sin balón a canasta. Su irrupción dio aire a los de Vogel, que gracias a sus acciones fueron por delante desde el inicio del tiempo extra hasta que sonó la bocina. Pero no fue suficiente.
Porque, con solo dos puntos de diferencia, Utah tuvo tiempo de buscar el empate con una última embestida de Keyonte George hacia el aro, y aunque el rookie no pudo finalizar con acierto su lanzamiento, el rebote cayó en las manos de Collin Sexton cuando todavía quedaban unas décimas para el final. Y su palmeo, que rebotó en el tablero mientras el cronómetro caía a 0 y dejó con la respiración congelada a todo el pabellón durante unos instantes, sí valió para poner el 127-127.
No obstante, la heroicidad de Sexton solo pospuso la derrota local durante unos minutos. En la segunda prórroga Durant volvió a tomar el control con 8 tantos, los Jazz volvieron a no ir nunca por delante y KD volvió a taponar el tiro que podría haber puesto el empate (o eso consideraron los árbitros), esta vez procedente de Lauri Markkanen y sin opción a que un rebote en ataque diera a Utah otra oportunidad. El cuadro de Hardy sufrió otro apretado tropiezo ante el que se promete como uno de los grandes equipos de la conferencia, poniendo fin a esta mini serie de dos partidos apasionantes.
(Fotografía de portada: Alex Goodlett/Getty Images)