Los Thunder encuentran su camino: ¿por qué ganan y son el mejor del Oeste?

Oklahoma se ha recuperado hasta ser el mejor equipo del Oeste (17-8) tras su doloroso arranque de 0-4

Empezaron la temporada cobijados en todas las dudas del mundo (y más). Sin Russell Westbrook en las dos primeras noches los Oklahoma City Thunder daban la bienvenida al nuevo ejercicio con un 0-4 y toda una firma pública de bestseller de cómo no empezar una temporada si te consideras candidato a cualquier pelea. Pero desde entonces, el equipo dirigido por Billy Donovan presenta un récord de 17-4 (17-8 en el agregado de la temporada) y son el mejor equipo de la Conferencia Oeste. Han encontrado su camino y mejorado sobremanera a partir de él.

Casi sin hacer ruido pero acaban de redactar su candidatura a optar a cualquier premio. ¿Que cómo lo hacen? Con unas bases sólidas de juego y muy evolucionadas respecto a la pasada temporada (que acabó en primera ronda de playoffs ante Utah). 

Para empezar, la defensa de los Thunder en el primer tercio de la temporada es de libro (el bestseller desastre quedó atrás). Aunque su ataque no resulta algo fuera de catálogo con el 12º puesto en puntos por partido (111,6) y el 16º en offensive rating (108,1), OKC enmienda todas sus vergüenzas con una defensa de auténtica élite.

Defensa de élite

Son el mejor equipo de la NBA ahora mismo defendiendo con un contador de 100 posesiones en marcha (solo 101,6 tantos encajados) y el quinto conjunto que menos concesiones permite en partido singular (104,7 puntos de promedio).

Su sistema defensivo es una red de culto a las ayudas intensivas, a la tensión defensiva de cada uno de sus jugadores y a los cambios de asignación exitosos para conceder los mínimos missmatches posibles. Muchos de sus jugadores encajan en el perfil de defensor capaz de aguantar varios perfiles de atacante y también mantienen unos brazos en constante movimiento y persecución en búsqueda de alguna bala perdida que poder desviar (deflection). La intensidad y tensión son clave en este dibujo, claro.

Su defensa es su principal fortaleza colectiva en lo que llevamos de temporada; y todavía no ha reaparecido el lesionado Andre Roberson, uno de los teóricos líderes a la hora de tensar el trasero. El tema en este punto sería si les compensa que vuelva Roberson, dado que el sistema que capitanean Westbrook, Paul George y Steven Adams anda rindiendo como la mejor defensa de la liga ahogando a los rivales a base de intensidad para precipitar sus tiros.

En muy pocas posesiones los rivales de OKC logran un tiro cómodo, y así los Thunder están encajando tan pocos puntos.

A su variedad de cemento armado en la muralla, los Thunder incorporan ser el sexto equipo con mejor ratio de rebotes defensivos y el tercero en deflections (desviar la posesión el rival). Todo suma en la casi impecable puesta en escena atrás.

Robar y correr

Juegan también con un ritmo muy rápido (el 7º mayor de la liga). Uno de sus grandes trucos, robar y salir como truenos (sí, era fácil) hacia la canasta rival. No en vano son el equipo más ávido en el arte de profanar lo que es de otros (10,4 robos por partido). Los Thunder componen el grupo que más balones roba de manera destacada además, pues los cuatro siguientes equipos en este ranking presentan valores entre 9,3 y 9,0.

Defensa y a correr (no «al carrer», que diría aquel). De esa manera, los Thunder son el quinto equipo de la NBA con más dependencia de sus puntos al contraataque (un 14,5 por ciento del total).

Al hilo de su juego a altas velocidades, los Thunder son el equipo que más tiros intenta (92,8) de toda la liga y el segundo que menos veces toca el balón por partido (365,0), solo por detrás de los Rockets. Con Russ como mando principal (casi veterano de guerra ya) cuanto más rápido, mejor.

Qué exhibición de Paul George

Qué duda cabe que la fiable temporada de Oklahoma está sustentada, además de todo lo que alude al plural defensivo, en la enorme exhibición de Paul George.

El alero de los Thunder está completando un primer tramo de temporada en registros casi para luchar por el MVP. Es uno de los principales favoritos a Jugador Defensivo y entraría en el top 10 de mejores jugadores hasta la fecha. Más ejecutor que nunca, George manufactura los mejores promedios de su carrera en puntos (24,3), rebotes (7,8), asistencias (4,3), robos (2,2, líder de la liga junto a Robert Covington) o tapones (0,8). Todo un escándalo, su verdadero prime a la edad de 28 años (ocho temporadas completas en la liga).

George también es el cuarto jugador que más triples ha anotado hasta el momento (81) y top 12 de anotadores en general.

Su temporada es la sinopsis certera para afirmar que ya es tan líder en OKC como Russell Westbrook. Y quede claro que en muchos partidos es mucho mejor seguir las pisadas de Paul George que la de Westbrook. Ese es el camino (además de defender como los ángeles) que han encontrado y están explotando, más galones para George.

Russ y las decisiones

El base y devorador de estadísticas Westbrook (promedia un triple-doble esta temporada, otra vez) es el alma y energía del equipo; de la ciudad podría decirse. No obstante a sus 30 años sigue sin pulir la mayor vergüenza de su juego desde que fue un novato: la toma de decisiones y la precipitación, sobre todo en los últimos minutos de partido.

Sus 22,1 puntos, 10,2 asistencias y 10,6 rebotes son un nuevo desafío a los límites del ser humano, de la fría lógica, pero le sigue faltando la aplicación de cierto juicio a la hora de decidir en caliente. Lo cual no quita para que esté rindiendo a un nivel muy alto.

Adams y Schroder

La tercera pata del equipo, Steven Adams, es tan importante para OKC como nadie en otro conjunto NBA. La diferencia de estar con o sin él en pista es de 21 puntos (!!). Cuando está, los Thunder superan a sus rivales por 13 puntos, y cuando no, se desbarajustan hasta ser ocho tantos peores que sus oponentes (cada 100 posesiones). Ya hablamos de él hace algunas semanas y no era para menos ya que la estadística avanzada es clara: con Adams en cancha el ataque de los Thunder es el tercero mejor de la liga y la defensa es la mejor de la competición.

Y luego está Dennis Schroder, el aditivo que le faltaba al equipo para que la fiesta no decayese cuando los actores principales entran en el camerino. Más de 16 puntos y 5 asistencias de promedio para el alemán, que ha caído de pie en sus primeros encuentros con Oklahoma City. Es, a otro nivel, ‘el Carmelo’ que anduvieron buscando el pasado curso. Ese tercer sustento anotador capaz de generarse sus propios tiros y además de conceder una buena materia prima a sus compañeros.

Bien encajado en el equipo y la rotación, Schroder ha dejado atrás dos de sus grandes vicios en Atlanta: ya no abusa tanto de su posesión y tiro en suspensión tras ventaja individual.

Además de los cuatro puntales, OKC ha recuperado un gran nivel en Jerami Grant (quinto de la plantilla por encima de 10 puntos de promedio), Nerlens Noel (A.K.A. ‘si no fuera por esa cabecita…’) y un largo etcétera de jugadores absolutamente comprometidos con la proclama marcial en defensa y que por tanto engrasan la máquina sobremanera (los Terrance Ferguson, Hamidou Diallo o un comprometido Patrick Patterson).

Todo suma para que los Thunder sean el mejor equipo del Oeste ahora mismo (17-9) y el tercero mejor de la NBA. Eso tras el reguero de sangre que una vez consumidos los primeros cuatro partidos. Los Thunder se han levantado y son una alternativa potente en el congestionado Oeste. Quizá son el único equipo de los inicialmente llamados a molestar a los Warriors que está cumpliendo (CC: Houston y Utah). Y lo están consiguiendo siendo los Thunder del mejor Paul George de siempre, no ya una propiedad exclusiva de Russell Westbrook. Ese es el camino; lo han descubierto y lo están explotando como mejor pueden hacer.

(Foto de portada: Sarah Stier/Getty Images)


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