Los Timberwolves se aferran a la pelea por la sexta posición del Oeste. El cuadro de Finch se llevó un importantísimo duelo directo en su visita al Chase Center, donde se impuso a los Warriors por 96-99 para recortar distancias y seguir soñando con volver a playoffs por la vía directa. Esta resultado deja a Minnesota a solo medio partido de Golden State, que podría haber dejado encaminada su clasificación con una victoria pero que dejó escapar el choque cuando parecía tenerlo en su mano.
Los de Steve Kerr llegaron por delante a los instantes finales del duelo, y contaban con posesión para sentenciar el triunfo con una canasta. Con alrededor de cuatro segundos de diferencia entre el reloj de posesión y el de partido, optaron por intentar agotar el tiempo para dejar a los Wolves apenas unos segundos en su último ataque. Sin embargo, la buena presión permitió a Kyle Anderson forzar una pérdida de Draymond Green y salir al contraataque, donde encontró abierto a un Karl-Anthony Towns que, sabiendo que posiblemente no fuese a poder lanzar más solo si dejaba pasar el crono, optó por tirar.
El pívot estaba firmando un partido más que discreto hasta la llegada del último cuarto, en el que, pese a todo, terminó como héroe visitante. Con solo 8 puntos durante los tres primeros parciales, parecía destinado a terminar como señalado en caso de derrota, pero con un triple que puso a los suyos por delante a falta de menos de 2 minutos empezó a dar señales de que tenía ganas de aparecer en el clutch. Y cuando Anderson le dio el balón con 96-95 en el marcador y 10 segundos para el final, lo confirmó.
El triple de Towns entró como una daga en el corazón de los Warriors, que volvieron a cometer otra pérdida en la siguiente posesión, esta de Jordan Poole, y vieron esfumarse sus opciones de un plumazo. Pese a los 27 tantos del propio Poole y los 20 de Stephen Curry, los californianos tuvieron serios problemas para hacer daño en ataque a los Timberwolves, cuya defensa funcionó verdaderamente bien y les permitió imponerse sin necesidad de una gran actuación ofensiva de sus estrellas.
Y es que un choque en el que Towns y Anthony Edwards se combinan para un total de 27 puntos y un 10/30 en tiros no parece destinado a convertirse en una victoria, pero los de Finch encontraron la manera de mantener un tanteo bajo para acabar decidiendo en los instantes finales. Naz Reid, con 23 tantos en 20 minutos, fue fundamental como único hombre relativamente inspirado a nivel anotador, mientras que Kyle Anderson se erigió también como una de las figuras clave del triunfo. El ex de los Grizzlies no pudo pasar de los 12 puntos, pero destacó en muchas otras facetas con 10 rebotes, 7 asistencias y 5 robos, incluido el que condujo a Minnesota a su última posesión y fue, en última instancia, el que les dio la victoria.
(Fotografía de portada: Ezra Shaw/Getty Images)