Es posible que Andrew Wiggins y Karl Anthony Towns recaben casi todos los vítores, sin embargo, los Minnesota Timberwolves no ganan cuando Ricky Rubio no está en la cancha
Desde que el base español haya dejado de mover primero desde el puesto de point guard titular, por problemas en su tendón de la corva, los Wolves han caído en todos los encuentros que han disputado, tres en total.
Uno por uno, Minnesota, con Zach LaVine como recambio forzado de Rubio, han hincado la rodilla ante Hornets, Pacers y Warriors, siendo que, días antes, habían conseguido dar ‘matarile’ a equipos tan potentes como Hawks o Bulls.
Hasta su lesión, los Wolves marchaban a ritmo de sorpresa: 4-2 en los seis primeros partidos. Sin él, ya han escondido el hocico hasta el 4-5.
En el apartado individual, Ricky es el tercer jugador de la NBA que más asistencias da por partido –9,0–, solo por detrás de Ruseell Westbrook –10,9– y el renacido Rajon Rondo –9,1–.
Estadísticas en la cresta
Su ofensive rating de la presente temporada –114– es el más alto desde que está en la NBA (esta métrica calibra la cantidad de puntos que un jugador produce por cada 100 posesiones). Y su defensive rating (puntos concedidos por 100 acciones) es de 101, también el valor más valioso en sus años en los Timberwolves.
El PER (player ofensive rating) que ostenta en los seis partidos que ha disputado en el curso 2015-16 llega hasta un 21,5, también el más alto desde que está en la NBA, con una diferencia de más de 5 puntos.
Motor de juego
Asimismo, cuando está en pista, Ricky autografía el 45,3 por ciento de las asistencias que da todo su equipo, nuevamente techo personal desde que está en la liga (y solo Westbrook le supera en este nicho del juego). Y tanto en PER como en ofensive rating, está a las puertas de ser top 20 de toda la liga.
