Por cuarta vez en sus 28 temporadas de existencia, los Timberwolves tendrán una nueva imagen. La franquicia presentó al descanso de su partido ante Oklahoma City, resuelto con victoria de los Thunder por 98-100, el logo con el que jugarán a partir de la próxima temporada. Una nueva vuelta de tuerca a la imagen del animal que da nombre a la franquicia (una subespecie de lobo gris presente en la zona de los Grandes Lagos) y que ha identificado al equipo desde su fundación en 1989.
#Twolves unveil new team logo, which will be implemented beginning with the 2017-18 season. Full logo: pic.twitter.com/CTq17I4KOT
— Timberwolves PR (@Twolves_PR) April 12, 2017
Con un balón de baloncesto representando a la noche de fondo, el nuevo logo muestra al lobo gris aullando, similar al logo secundario que ya utilizaba la franquicia en los últimos años. La forma redonda se asemeja a otras renovaciones recientes en la imagen de algunas franquicias, tales como Atlanta, Brooklyn o Toronto. Esta reforma estética también afectará a los uniformes de los Timberwolves, si bien su nuevo diseño no se ha presentado todavía.
Esperada nueva era
El equipo aprovechó su última aparición de la temporada en casa para presentar su nueva imagen. Lo hicieron precedido por un intenso video que resumía las décadas de historia del baloncesto profesional en la ciudad, desde los históricos Minneapolis Lakers de los años 50 hasta la época actual de los Timberwolves. Una franquicia que espera empezar una «nueva era» tras 13 años sin entrar en playoffs.
Welcome to the New Era. #NewEraNewLook pic.twitter.com/STDKfWVMrJ
— Timberwolves (@Timberwolves) April 12, 2017
Minnesota tiene mimbres de sobra para ser optimistas, particularmente gracias a un Karl-Anthony Towns ya consagrado como uno de los mejores interiores de la NBA. El reto de Tom Thibodeau en los próximos meses será decidir cómo será el proyecto que haga orbitar alrededor de Towns, desde una vuelta a la lotería del draft de la que saldrán con un puesto en el Top-10 virtualmente asegurado hasta el futuro de su base titular, un Ricky Rubio revalorizado en las últimas semanas. Será la mejor forma de dar lustre al nuevo lavado de cara de los Timberwolves.