Los Timberwolves someten a Golden State en la prórroga

Pese a las ausencias de Karl-Anthony Towns y Rudy Gobert, los Timberwolves se llevaron un valioso triunfo en uno de los duelos directos de la jornada. El conjunto de Minnesota se impuso a Golden State por 119-114 en un choque que necesitó de una prórroga para resolverse, aupándose a la sexta posición del Oeste a costa de los de San Francisco. La zona media-alta de la conferencia continúa siendo un absoluto caos con cinco equipos tan solo separados por un partido de diferencia, pero los de Chris Finch parecen decididos a sacar la cabeza entre ese grupo y tratar de hacerse con un puesto de acceso directo a playoffs.

Y es que este no fue ni mucho menos un triunfo sencillo, pues incluso llegar a la prórroga parecía muy complicado para los locales cuando comenzó el último cuarto del encuentro. Con una canasta de Draymond Green, los Warriors colocaron el 82-96 en el marcador nada más arrancar este periodo, situándose con su máxima ventaja de la noche y soñando con un cierre tranquilo que, no obstante, estuvo lejos de ser tal.

La efectividad ofensiva de los visitantes se desvaneció una vez que lo hizo Stephen Curry, mientras que los Timberwolves parecieron renacer de la mano de D’Angelo Russell. El base se cobró su particular venganza contra su ex equipo con una explosión anotadora que le hizo sumar 14 puntos en apenas 3 minutos, cambiando por completo el signo del encuentro y devolviendo a los suyos a una lucha de la que parecían haberse quedado fuera. Si bien se apagó tras dicha irrupción, el duelo estaba ya empatado para entonces, y la ineficacia de ambos equipos, que no anotaron una sola canasta en los últimos 100 segundos, hizo necesaria la disputa de cinco minutos más.

El tiempo extra no destacó tampoco por su gran acierto anotador, pero Anthony Edwards con dos canastas importantes y Naz Reid con un mate final se aseguraron de rematar a unos Warriors que fueron claramente de más a menos a medida que lo hizo Curry. Steph lideró al equipo con 29 tantos, pero ni estuvo especialmente inspirado en el último cuarto (a pesar de que fue suya la canasta que puso el empate definitivo) ni logró anotar un solo punto en la prórroga, lo que lastró notablemente a los de Kerr. En esta ocasión, nadie fue capaz de tomar el relevo del base a nivel ofensivo, lo que acabó costándoles una derrota ante el que es ahora mismo un rival directo.

Minnesota, por su parte, reaccionó mucho mejor en este sentido, y encontró siempre armas para ir sumando. Russell fue el máximo anotador con 29 puntos gracias a su explosión en el tramo final, pero también hubo momentos de partido para Edwards y Reid, que terminaron con 27 y 24 respectivamente y aparecieron en algunas de las acciones más decisivas de la noche. El pívot sumó además 13 rebotes y 9 de sus tantos llegaron en el último cuarto, evidenciando una vez más que, cuando los centers titulares no están, el puesto sigue más que cubierto.

«Ha sido una victoria de equipo y de gran trabajo colectivo» comentó D’Angelo. «Hemos jugado un partido muy equilibrado como grupo. Todo el mundo ha sabido dar un paso adelante».

(Fotografía de portada: David Berding/Getty Images)


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