Se trata de un dato “aislado”, algo que podría parecer una nimiedad en comparación con el resto de informaciones que salen a cada momento en la NBA. Pero no por ello dejar de llamar (y mucho) la atención.
En el encuentro de ayer entre los Rockets y los Warriors, los pupilos de Steve Kerr volvieron a sacar la lejana metralleta que les caracteriza, dejando a los locales sin capacidad de respuesta ante tal amalgama de lanzamientos.
Y es que los Warriors batieron el récord histórico de triples en un partido de Playoffs, tras haber anotado 21 tiros desde esta distancia. Para ahondar más en la curiosidad, de todos esos triples solamente anotó uno Stephen Curry. Quién lo hubiera dicho.