Los Warriors aplastan a Minnesota y se colocan con récord positivo

Los Golden State Warriors parecen empezar a recobrar algo de pulso. El conjunto californiano derrotó esta madrugada a los Timberwolves por 117-134 para hacerse con su tercer triunfo consecutivo, su mejor racha de la temporada, y colocarse con un balance de 11-10, contando con más victorias que derrotas por primera vez desde que su récord era de 3-2. En esta ocasión, los de Kerr pudieron permitirse una noche relativamente cómoda, pues con un primer cuarto arrollador se pusieron todo de cara y dejaron a Minnesota son capacidad de reacción.

A los 11 segundos de partido, Draymond Green lanzó un alley oop a Andrew Wiggins para que este, evitando la defensa de Gobert, clavase uno de los mates de la noche. Y de ahí, para arriba. Tras semejante declaración de intenciones, los Warriors se convirtieron en una tormenta perfecta durante los 12 primeros minutos, desarbolando a los Timberwolves con un primer periodo en el que anotaron ni más ni menos que 47 puntos con un 76% de acierto en tiros de campo y un 60% en triples.

La diferencia llegó a ser de 23 tantos con solo 9 minutos disputados (17-40), y con el avance del encuentro alcanzaría los 28 (72-100) para terminar de hacer latente la superioridad visitante. Los de Chris Finch hicieron un pequeño amago de reengancharse al duelo con un parcial de 19-4 de salida del cuarto parcial, pero solo les sirvió para colocarse 10 abajo y la efectividad ofensiva de los Warriors, que firmaron su mejor anotación de la temporada, impidió cualquier atisbo de remontada.

Al contrario de lo que viene siendo habitual, los de San Francisco no necesitaron ninguna exhibición individual para mantener un alto ritmo anotador, y de hecho contaron con bastantes hombres a un gran nivel. Stephen Curry fue, como de costumbre, el más destacado con 25 puntos, 11 rebotes y 8 asistencias, pero esta vez no se le quedaron lejos ni Jordan Poole ni Klay Thompson, autores de 24 y 21 tantos respectivamente. Andrew Wiggins por su parte acabó con 17, mientras que Donte DiVincenzo, con 14, logró su mejor marca como jugador de Golden State.

El de Draymond Green fue otro de los nombres del choque, tanto para lo bueno como para lo malo. El ala-pívot firmó una de sus mejores noches de lo que va de temporada, ofreciendo su versión más agresiva para irse hasta los 19 puntos con un 6/7 en el tiro y, con 11 asistencias, alcanzar su primer doble-doble del curso. No obstante, fue también protagonista de la acción polémica de la noche, recibiendo una falta técnica tan innecesaria como discutible en los minutos finales, cuando, estando ya en el banquillo, entró ligeramente en la pista para celebrar una canasta de Poole.

«Es de locos. Este año llevaré ya unas cuatro técnicas que son cuestionables» aseguró Green, que llevar ahora mismo siete técnicas en 18 encuentros, lo que le coloca a nueve de recibir una sanción. «Me dijeron que estaba en la línea de banda, pero yo pensaba que estaba en la esquina, así que no sé. Es una putada. Al final, en la NBA si un compañero hace una buena jugada lo celebras, y lo cierto es que no afecté al partido porque no había nadie cerca. Que esto vaya a contar para mi número total de técnicas es ridículo».

En los Timberwolves, Anthony Edwards y Karl-Anthony Towns trataron con 26 y 21 puntos de mantener al equipo a flote, pero fue imposible tras verse tan apabullados en el inicio. Los locales solo fueron por delante en el marcador durante 11 segundos de partido (13-12) y sufrieron una nueva derrota que, tras la racha de cinco triunfos consecutivos con la que parecían disipar dudas hace unos días, hace que estas vuelvan a surgir.

(Fotografía de portada: David Berding/Getty Images)


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