Plácido partido para los Golden State Warriors, en casa ante unos New York Knicks que van camino de batir el peor récord en la historia de la franquicia. Las estrellas de los Warriors, Stephen Curry y Klay Thompson, jugaron solamente 25 minutos ya que el partido estaba más que decidido a mediados del tercer cuarto. Pese a esto, anotaron 25 y 27 puntos respectivamente.
Mientras los Warriors anotaron el 50% de sus tiros de campo, los Knicks se quedaban en un pobre 39,6%. En el equipo de Derek Fisher dio la cara Andrea Bargnani con 18 puntos y 8-14 en tiros. Le acompañó Shved con 14 puntos.
Curry, que cumplía 27 años ayer, recibió canciones de «cumpleaños feliz» por parte de los fans presentes en el Oracle Arena. «Fue una noche divertida, me alegro mucho de que el público se esté divirtiendo». Que los aficionados estuvieran más pendientes del cumpleaños de Curry que del partido habla suficientemente de la capacidad de los Knicks de crear dificultades a la franquicia de California.
«Volvimos a parecernos a nosotros mismos con nuestra velocidad y cuidando mucho la pelota», dijo Steve Kerr. «34 asistencias y solamente 9 pérdidas es el sueño de cualquier entrenador».