El equipo con mejor récord de temporada regular (65-17) sufrió más de lo esperado para hacerse con la primera victoria de los Playoffs 2015. El conjunto de Steve Kerr, liderado por Stephen Curry, se impuso por un marcador final de 106-99.
El base, que apunta a MVP de la temporada, anotó 34 puntos y repartió 5 asistencias con un 4/13 desde la larga distancia.
«Me encerré y me centré toda la noche», admitió Curry. «En situaciones como ésta, quieres la multitud en ella. Hubo una extraña tensión, sobre todo en la segunda mitad, cuando hicieron un par de ejecuciones. Pero en los Playoffs, no hay que esperar nada. Y cuando estás en la pista, solo tienes que tratar de tener un impacto en el juego», explicó.
Junto a él, el otro componente de los Splash Brothers, Klay Thompson, agregó 21 tantos, aunque con un 6/17 en el lanzamiento.
Todos los titulares de los Warriors alcanzaron los dobles-dígitos: Draymond Green logró un completo encuentro con 15 puntos, 12 rebotes y 7 asistencias; Andrew Bogut cerró un doble-doble con 12 tantos y 14 rebotes, y Harrison Barnes sumó 12 puntos y 8 rebotes.
Los Warriors se fueron al descanso con 18 puntos de diferencia. Y esa ventaja la ampliaron hasta 25 tantos en el tercer periodo, pero se dejaron llevar en los últimos 12 minutos, donde Anthony Davis, un debutante en Playoffs, anotó 20 de sus 35 puntos.
El pívot consiguió brillar ante una de las mejores defensas colectivas de la competición con 35 puntos, 7 rebotes y 4 tapones.
«Creo que todo el equipo estaba nervioso», dijo Davis. «Es nuestra primera vez en playoffs, y nuestro ritmo fue bueno. Nos movíamos rápido, pero nuestra mente también se movió rápido», explicó.
Sus compañeros Quincy Pondexter y Eric Gordon también agregaron sendos dobles-dígitos con 20 y 16 puntos respectivamente.
La mala noticia para los Pelicans fue la lesión de Tyreke Evans, quién tuvo que retirarse en la primera mitad con una lesión de rodilla. El jugador se someterá hoy a una resonancia magnética y será duda para el resto de la primera ronda.