Los Warriors no frenan y también ganan en Boston

10 victorias consecutivas para Golden State y 300 triunfos para Kerr.

No iba a ser fácil para ninguno. El líder del Oeste y el que para muchos era el favorito del Este en octubre se enfrentaron en un choque de poderes que bien podría repetirse en junio y que esta vez dejó como vencedor al equipo más en forma de la NBA.

Golden State sumó su décima victoria consecutiva en un entretenido, disputado e igualado encuentro que terminó con un marcador de 111 a 115. Celtics y Warriors ofrecieron un toma y daca constante en el que ambos se mostraron efectivos en ataque y presionantes en defensa sin poder imponer su ley el uno sobre el otro. Las ventajas máximas, 6 puntos para los Celtics y 9 para los Warriors, y los cambios de liderato, 21 ocasiones, bien ejemplifican la igualdad vivida durante toda la noche.

Con empate a 111 se llegó al último minuto del choque y ahí fue donde los Warriors supieron aprovechar sus oportunidades desde la línea de libres, menos que las de su rival pero suficientes para ganar el encuentro. Klay Thompson puso el 111-113 con dos tiros libres y a continuación los Celtics, a manos de Marcus Smart, Kyrie Irving y Marcus Morris, fallaron tres tiros consecutivos que les podían haber puesto incluso puesto por delante. Restando 8 segundos el marcador seguía igual y Draymond Green falló dos tiros libres, pero el ala-pívot capturó su propio rebote y una vez que el balón cayó a las manos de Stephen Curry el encuentro estaba visto para sentencia ante la desazón de los aficionados que abarrotaban el TD Garden.

Para Steve Kerr este partido fue una magnífica piedra de toque que no podía llegar en mejor momento. “Necesitábamos este partido”, dijo Kerr, reconociendo tácitamente lo difícil que puede ser para su equipo encontrar motivación si el rival no es de altura como sucedió anoche. “Necesitábamos ser desafiados y fuimos totalmente desafiados. El marcador podría haber terminado favorable a cualquiera de los dos”.

Los Warriors enlazaron su décima victoria consecutiva rompiendo dos rachas de los Celtics: acumulaban cinco triunfos seguidos en global y diez consecutivos como local.

Un partido de estrellas

La constelación de grandes jugadores que se pudo ver ayer en pista no decepcionó a nivel estadístico ni de juego. Kevin Durant, quien firmó 33 puntos y 9 rebotes, fue el máximo anotador del partido al convertir 10 de sus 23 lanzamientos de campo y 12 de 13 en libres. Stephen Curry llegó hasta los 24 puntos on 6 de 12 en triples —anotó 5 triples en poco más de 4 minutos del segundo cuarto— y Klay Thompson aportó 21 tantos con 8 de 16 en tiros de campo además de una magnífica defensa sobre Kyrie Irving en momentos clave. DeMarcus Cousins, nuevamente cargado de faltas a un ritmo elevado, registró 15 puntos, 8 rebotes, 3 asistencias y 3 robos en 23 minutos jugados.

Precisamente Irving fue el mejor de los locales. Promediando 25,7 puntos y 8,1 asistencias en enero, Irving, magnífico, se fue hasta los 32 puntos y 10 asistencias ante los Warriors. Al Horford sumó 22 puntos y 13 rebotes y Jayson Tatum también fue capaz de alcanzar la veintena con 20 puntos y 5 rebotes.

300 victorias para Kerr

Steve Kerr sumó su victoria número 300 como entrenador en la NBA, convirtiéndose en el técnico que más rápido alcanza esa cifra en el deporte profesional estadounidense tras solo 377 partidos, lo que deja un impresionante balance de 79,6% de victorias en ese periodo. El anterior récord estaba en manos de Pat Riley, quien logró su triunfo 300 en su partido 416.

(Fotografía de portada: Jason Miller/Getty Images)


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