Tras sufrir su primera derrota de la temporada en el Oracle ante los Bucks, los Golden State Warriors volvieron a senda de la victoria a costa de unos Brooklyn Nets que no fueron rival para los de Kerr y cayeron por 116-100. Pese a las bajas de Stephen Curry, que tuvo que abandonar el partido frente a Milwaukee a mitad del tercer cuarto, y de Draymond Green, que tampoco jugó aquel día, el cuadro de Oakland vivió un encuentro cómodo en el que mandó casi de principio a fin y en el que llegó a ir ganando por hasta 24 puntos.
En ausencia del dos veces MVP, Kevin Durant se encargó de ejercer de líder y firmó un excelente partido en el que acabó con 28 puntos y 11 asistencias. No obstante, la actuación más sorprendente fue la de Quinn Cook, que tenía ante sí el reto de suplir la baja de Curry y cumplió a la perfección, anotando 27 tantos con un 11/16 en sus lanzamientos, incluido un 3/6 en triples. Superó también la veintena de puntos Klay Thompson, que alcanzó los 24 para convertirse en la tercera pieza de este particular Big Three.
En Brooklyn, Joe Harris fue el jugador más destacado con 24 puntos y un 4/6 en sus lanzamientos desde el triple. El alero, que fue ya una de las revelaciones de la pasada campaña, se está consagrando esta temporada como un tirador de lo más fiable, y se encargó de liderar a unos Nets en los que pocos hombres más tuvieron una noche acertada. De hecho, D’Angelo Russell con 12 tantos, y Spencer Dinwiddie y Shabazz Napier con 14 fueron los únicos en superar la decena.
LeVert, el susto de la noche
Más allá de la derrota, los Nets vivieron momentos de pánico al ver marcharse a Caris LeVert a vestuarios con problemas físicos para no regresar. El escolta, pese a no tener una noche nada inspirada en el Oracle, está siendo el mejor de los de Kenny Atkison, y sus grandes actuaciones son el principal motivo por el que Brooklyn ocupa el octavo puesto del Este, por lo que verle lesionado sería una de las peores noticias que podría recibir la franquicia en este momento. No obstante, tanto el jugador como el entrenador afirmaron que la acción no tuvo consecuencias, y que si no volvió al encuentro fue debido a que era absurdo arriesgarse cuando perdían por más de 20 puntos. Si nada se tuerce, no debería tener problemas para jugar el encuentro del lunes en Minnesota.