Una de las circunstancias más temidas por cualquier equipo es tener que jugar dos partidos en días consecutivos cerrando la serie en Denver. La ciudad con franquicia NBA más elevada (alrededor de 1 milla o 1.600 metros de altitud sobre el nivel del mal) presenta siempre inconvenientes de adaptación, especialmente para atletas de élite, por su menor concentración de oxigeno respecto a localidades más cercanas a la costa. Eso sí, si los Warriors tuvieron problemas con esta adaptación, nunca se vio en la cancha, arrasando a los Nuggets por 101-125.
Tras haber jugado un día antes en casa ante Dallas, Golden State buscaba mantener su buena trayectoria ascendente ante un rival joven e inconstante en lo que llevamos de temporada. Y, esta vez, los Nuggets fueron demasiado dóciles para poder plantar cara. Desde un primer cuarto demoledor, quedó clara la jerarquía entre un candidato a volver a proclamarse campeón de la NBA y un equipo todavía en aprendizaje.
Curry evita sorpresas
Los triples de Stephen Curry (14 de sus 33 puntos anotados en los 12 primeros minutos de partido) y la defensa de Draymond Green (13 puntos, 9 rebotes, 5 asistencias y 3 robos) desmontaron cualquier intento de rebelión de los jóvenes Nuggets, incapaces de encontrar anotación fácil ni en la pintura ni desde fuera del arco. El parcial de 19-38 al final del primer cuarto acabó siendo insalvable pese al voluntarioso partido de su segunda unidad.
Los novatos Jamal Murray (14 puntos), Malik Beasley (12) y Juancho Hernangómez (11) aprovecharon sus minutos para poner en evidencia la excesiva fragilidad del banquillo de Golden State, muy lejos de la fiabilidad de sus titulares. La reacción nunca puso en peligro la victoria de los Warriors, especialmente tras rematar tras el descanso con otro arreón de Curry, pero sirve como aviso para futuras citas ante equipos más peligrosos. Aún así, nunca hubo espacio para la sorpresa y Golden State ganó por una rotunda diferencia de 24 puntos.
Fin de un récord
Kevin Durant está on fire. pic.twitter.com/KGd87Rcv9I
— nbamaniacs (@nbamaniacs) November 10, 2016
Como anécdota, Kevin Durant vio rota su histórica racha de 72 partidos de temporada regular anotando al menos 20 puntos. A mediados del último cuarto, con el partido más que decidido, el alero se sentó con solo 18 puntos en su cuenta particular. Irónicamente, justo un año después de la última ocasión en la que ocurrió. El 10 de noviembre de 2015, aún con Oklahoma City, Durant anotó 14 puntos en solo 16 minutos ante Washington, antes de tener que salir antes de cuenta del partido por una lesión.
Aun así, Durant se quedará en una lista de auténtico lujo. Solo Wilt Chamberlain, con dos rachas de 126 y 92 partidos anotando al menos 20 puntos, y Oscar Robertson, con una de 79, pudieron superar la marca del alero de los Warriors, que queda igualado en la cuarta posición con otra leyenda como Michael Jordan. Eso sí, lo más importante para Durant acabó siendo la victoria y un descanso extra tras uno de los «back-to-backs» más exigentes físicamente de la NBA.