Golden State consiguió anoche su quinta victoria de la temporada y se quedó como el único equipo invicto de la NBA.
El triunfo llegó ante otro de los equipos que aún no había perdido, Houston, por un claro 98-87.
Los Rockets se vinieron abajo en la segunda mitad -sólo anotaron 31 puntos en los últimos 24 minutos- y terminaron perdiendo su imbatibilidad en el día que Dwight Howard no pudo jugar por enfermedad y Patrick Beverley y Terrence Jones por lesiones.
Andrew Bogut aprovechó las ausencias de los Rockets para controlar las zonas terminando con 8 puntos y 18 rebotes.
Maravilloso Curry
Stephen Curry volvió a jugar un gran baloncesto y se fue hasta los 34 puntos, 10 rebotes, 5 asistencias y 4 robos con 13 de 19 en tiros de campo y 6 de 9 en triples. Imparable.
Seguramente Curry fue el gran culpable de la victoria de su equipo, pues los Warriors llegaron a cometer 26 pérdidas de balón, algo que enfadó mucho a Steve Kerr.
«Hicimos jugadas que avergonzarían a un niño de sexto año», explicó el entrenador. «Me sorprende que tengamos tanto talento y que si hicieran la jugada fácil el partido sería más fácil y estaríamos mejor».
Los Rockets solo pensaron en el triple
El máximo anotador de Houston fue James Harden con 22 puntos en 43 minutos, pero en su debe hay que anotar el 8 de 24 con el que terminó en tiros de campo incluyendo un incalificable 1 de 11 en triples.
De hecho el equipo de Kevin McHale abusó del lanzamiento exterior y temrinó con un total de 42 triples intentados, el récord de la actual temporada.